El P. Jude Onyebadi, sacerdote católico que sirve en la zona norte de Aniocha en el estado de Delta (Nigeria) fue secuestrado nuevamente, dos años después de haber sufrido un hecho similar.
Según informa el Catholic Herald, el sacerdote estaba visitando unas tierras productoras de piña que administra en apoyo de una fundación eclesial para seminaristas. Había llegado al lugar para pagar a los trabajadores e inspeccionar la labor, pero el sábado por la noche él y otros tres hombres fueron secuestrados.
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Los secuestradores liberaron a los otros hombres unas horas después, pero mantienen secuestrado al P. Onyebadi, párroco de la iglesia Saints Peter & Paul en la Diócesis de Issele-Azagb.
Se espera que los secuestradores pidan un rescate, pero el P. Charles Uganwa, director de comunicaciones de la Diócesis de Issele-Uku, dijo que estos aún no han solicitado nada.
Luego del secuestro de tres sacerdotes en 2019, el P. Uganwa dijo a ACI África que la Diócesis no respondería a los secuestradores porque "es política de la Iglesia en Nigeria no pagar rescates por sacerdotes o religiosas secuestrados".
El diario The Guardian informó que el relacionista público de la policía del estado de Delta, Onome Onovwakpoyeya, confirmó el secuestro del P. Onyebadi y dijo que "la policía se ha adentrado en el bosque para rescatar al sacerdote católico".
Se cree que los secuestradores armados eran los mismos granjeros locales que secuestraron al P. Onyebadi la vez anterior.
En los últimos años el secuestro por recompensa se ha incrementado en el estado de Delta, donde hay una alta tasa de desempleo y pobreza. Los sacerdotes suelen ser el objetivo de los delincuentes.
