Mons. Juan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares, explicó que la eutanasia "no es un derecho", con motivo de la posible aprobación de esta práctica en España y pidió a los políticos que retiren "esa ley infame que destruye la vida humana".
En un vídeo, el Obispo de Alcalá de Henares recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la eutanasia como "la acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente", mientras que la Evangelium vitae, la encíclica del Papa San Juan Pablo II sobre la defensa de la vida, recuerda que es "una acción u omisión que por su naturaleza y en la intención causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor".
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Según las argumentaciones escuchadas en el Congreso, la eutanasia es un derecho, pero esto "estaría minando el fundamento de la vida en sociedad, lo que se llama el Estado de derecho".
En ese sentido, el Prelado español explica que sería hacer justo lo que es un "suicidio asistido" si lo pide el paciente y le ayuda un médico u otra persona; o un "homicidio" si lo provocan si la petición expresa.
"No vivimos juntos para destruirnos los unos a los otros, la sociedad no está organizada para dar derecho a nadie a matar, y más cuando es una vida enferma, necesitada", aseguró.
Además precisó que se trata de la misma lógica que se utiliza en el aborto ya que "nos consideramos con una libertad perversa a destruir la vida naciente en el seno del a madre o la vida terminal en el lecho de muerte".
También recordó que "la vida es un don que hemos recibido", por lo que afirmar la "radical autonomía del individuo no es verdad".
En ese sentido, subrayó que "no podemos utilizar la libertad para afirmar un derecho que acaba con todos los derechos", y usar la libertad "para destruir la libertad de la propia persona con la muerte".
Aseguró que "no se puede organizar la sociedad para destruir la vida humana" y afirmó que se trata de "la corrupción de la medicina" utilizarla en este sentido.
"No se trata de mantener la vida del paciente con medios desproporcionados, sino se trata siempre de aliviar, cuidar, proteger y mantener hasta que llegue el momento de la muerte natural. Como cristianos no tememos a la muerte porque es el momento de encontrarnos con Dios nuestro Padre", subrayó Mons. Reig Pla.
Insistió asimismo en la dignidad de la vida humana, porque Dios nos ha creado a su imagen y semejanza y Dios mismo ha querido hacerse hombre.
"Y por tanto cada uno de nosotros, también los discapacitados, la vida terminal, los que no están conscientes por lo que sea, todos valen la sangre de Cristo y es la afirmación más plena de la dignidad de la vida humana", destacó.
También insistió en que "quienes están en los cuidados paliativos muchas veces aseguran que cuando el enfermo "dice no puedo más, quiero morirme"; en realidad está diciendo: aliviadme el dolor, aliviadme con vuestra compañía, dadme un sentido para vivir y sobrevivir… De ahí la importancia de la medicina de los cuidados paliativos".