El Arzobispo de Piura y Tumbes (Perú), Mons. José Antonio Eguren, resaltó que la familia, fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, es lo más grande que posee toda persona y la sociedad
Así lo indicó el Prelado en la homilía de la Misa que presidió el domingo 13 de septiembre, cuando en Perú se celebró el Día de la Familia, establecido por decreto ley en 1982.
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"No hay nada que pueda sustituir el valor formativo de crecer en un ambiente familiar bien constituido. La familia, fundada en el matrimonio entre un varón y una mujer, es lo más grande que posee toda persona humana y la sociedad", dijo el Arzobispo.
Por eso, resaltó Mons. Eguren, "pedimos el día de hoy por todas ellas y solicitamos al Estado que las fortalezca con políticas públicas que sean conformes a su naturaleza, porque la familia es la primera sociedad natural, titular de derechos propios y originarios, que antecede al Estado y se encuentra en el centro de la vida social".
"Relegar a la familia a 'un papel subalterno y secundario, excluyéndola del lugar que le compete en la sociedad, significa causar un grave daño al auténtico crecimiento de todo el cuerpo social'", alertó.
El Arzobispo explicó asimismo que "la familia es esa comunidad donde se aprende a amar y a ser amado; donde se aprende a perdonar y a ser perdonado; es el ámbito donde se acoge y defiende la vida desde la concepción hasta su fin natural; es el lugar donde se aprende a vivir el encuentro, la comunicación, y la caridad".
"Es en el hogar donde se educan los futuros ciudadanos y donde el patrimonio espiritual e incluso físico de la Patria, pasa a nosotros. Es en la familia donde somos formados en nuestra fe cristiana y católica y así aprendemos a conocer, amar y seguir a Jesús".
El Prelado destacó que "en el Señor aprendemos a reconocer y defender la dignidad de cada persona creada a imagen y semejanza de Dios, de modo particular de la más frágil, de la más débil, como la concebida no nacida, la enferma, la anciana, la marginada, la que vive en pobreza, la migrante".
"No hay nada que pueda sustituir el valor formativo de crecer en un ambiente familiar bien constituido. La familia, fundada en el matrimonio entre un varón y una mujer, es lo más grande que posee toda persona humana y la sociedad", precisó.
"Hoy rezamos de manera especial por todas las familias en este tiempo de pandemia, las cuales con creatividad tratan de hacer muchas cosas nuevas, especialmente con sus hijos, para fortalecer su unidad y amor".
El Arzobispo elevó sus oraciones de manera especial "por aquellos hogares que, con la ayuda del Señor, se esfuerzan hoy en día en superar aquellas situaciones que en estos tiempos amenazan su unidad y paz, como son por ejemplo la muerte y la enfermedad de un ser querido, la violencia familiar, la ansiedad y la angustia, la falta de trabajo, y la pobreza".
"Bien sabemos que la familia es esencial para el presente y futuro de un país y del mundo", subrayó.
"Familia, ¡sé lo que eres!, para que siendo una comunidad de personas estés siempre al servicio de la vida, colabores activamente en el desarrollo de la sociedad, y participes vitalmente en la vida y misión de la Iglesia", concluyó.