El 14 de septiembre de 1975, el Papa San Pablo VI canonizó en el Vaticano a Santa Elizabeth Ann Bayley Seton, reconocida por ser la primera santa de Estados Unidos, cuya vida espiritual estuvo marcada por la fidelidad a la Iglesia y la eternidad de la gloria.
En la homilía de la Misa de canonización, San Pablo VI expresó su alegría porque la figura de Ann Seton presenta al mundo y a la historia que América también es tierra “digna de recibir en su tierra fértil la semilla de la santidad evangélica”.
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“¡Elizabeth Ann Bayley Seton es una santa! ¡Es la primera hija de los Estados Unidos de América en ser glorificada con este atributo incomparable!”, exclamó y la llamó “la primera flor en el calendario de los santos” en Estados Unidos.
Al respecto, recordó que este título se lo atribuyó “en su prólogo original a la excelente obra del Padre Dirvin, el difunto Cardenal Spellman, arzobispo de Nueva York”.
Para el Santo Padre, uno de los frutos más valiosos de su canonización fue que “ahora que tenemos la certeza de su participación en el intercambio de vida celestial en el Cuerpo Místico de Cristo”, se podrá conocer su vida más en profundidad, para así alabar a Dios, “que es maravilloso en sus santos”, imitar su ejemplo e invocar su protección.
El Papa destacó la labor de la Iglesia en Nueva York, donde nació y creció la Santa, y le atribuyó “el mérito de haber despertado y fomentado el sentido religioso y sentimiento cristiano” de la joven. Además, admiró la valentía de Ann para “adherirse a la verdad religiosa y la realidad divina”, luego de pasar de la Iglesia Episcopaliana (Anglicanos en Estados Unidos) a la Iglesia Católica.
Al respecto, San Pablo VI dijo que la santa estadounidense “experimentó una gran paz y seguridad, y encontró natural preservar todas las cosas buenas” que aprendió en la Iglesia Católica, en especial, “la piedad religiosa”, y destacó que “siempre fue fiel en su estima y afecto por los que la habían tristemente separado de su profesión católica”.
El día de su canonización coincidió con el Año Internacional de la Mujer, decretado por las Naciones Unidas tres años atrás.
Por ello, el Papa destacó que Santa Elizabeth Ann “fue madre de familia y a la vez la fundadora de la primera congregación religiosa de mujeres en los Estados Unidos”. Precisó que si bien no es la única santa con esta condición social y eclesial, la distingue “su completa feminidad”.
“Nos regocijamos por el vínculo que se establece entre este programa y la canonización de hoy, ya que la Iglesia rinde el mayor honor posible a Elizabeth Ann Bayley Seton y ensalza su contribución personal y extraordinaria como mujer: esposa, madre, viuda y un religioso”, añadió.
Asimismo, expresó un saludo especial a la congregación fundada por la Santa y pidió para que sus miembros sean “fieles a su providencial y santa institución” y que “su fervor y su número aumente, en la constante convicción de que han elegido y seguido una vocación sublime que es digna de ser servida con el don total de su corazón, el don total de su vida”.
Finalmente, recordó las últimas palabras de la Santa que dejó como “testamento celestial” el día de su fallecimiento el 2 de enero de 1821.
“’Sed hijos de la Iglesia’. Y añadiríamos: ¡Para siempre! Y a todos nuestros amados hijos e hijas en los Estados Unidos y en toda la Iglesia de Dios les ofrecemos, en el nombre de Cristo, la gloriosa herencia de Elizabeth Ann Seton […], de fe fuerte y amor puro a Dios y a los demás, fe y amor que se nutren de la Eucaristía y de la Palabra de Dios. Sí, hermanos, e hijos e hijas: el Señor en verdad es maravilloso en sus santos. ¡Bendito sea Dios por los siglos!”, concluyó.
Publicado originalmente el 14 de septiembre de 2020. Ha sido actualizado para su republicación.