Con motivo de la 42º Jornada Nacional de Pastoral Juvenil en Uruguay, el presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil, Mons. Heriberto Bodeant, invitó a los jóvenes a tener la mirada puesta en Cristo para así "superar el desconcierto" que ha originado la pandemia del coronavirus.
A través de un videomensaje Mons. Bodeant manifestó que este año la jornada estaba prevista para el mes de octubre, en el marco del V Congreso Eucarístico Nacional.
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Sin embargo, "la pandemia determinó su suspensión" por lo que su celebración se agendó para el primer domingo de septiembre, el 6 de septiembre.
"Cuando se nos desarman los planes, muchas veces quedamos desconcertados. Yo mismo he pensado en este año que "se me quemaron los papeles". Sin embargo, como le recuerda san Pablo al joven Timoteo: "la Palabra de Dios no está encadenada" (2 Timoteo 2,9)", sostuvo Mons. Bodeant.
"La Palabra no queda oscurecida por los acontecimientos; al contrario, los ilumina. La Palabra del Padre es Jesús mismo, que nos dice 'Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida'", agregó.
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El presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil alentó a "vivir el presente" descartando "la actitud de espera, de pensar que esto es un paréntesis, que ya pasará y que todo será como antes".
"No sabemos cómo será después: sabemos cómo es este tiempo de hoy y en él tenemos que seguir viviendo y compartiendo nuestra fe", manifestó al también Obispo de Melo.
Esa actitud debe ser acompañada del sentido de la "responsabilidad de cuidarnos y cuidar de los demás, a ser vivida no solo bajo la forma pasiva del distanciamiento, sino también encontrando las formas de estar cerca y de ayudar de forma concreta, sobre todo, a los más vulnerables y a los que más sufren".
Además el Obispo desafió a los jóvenes a "presentar a Jesús" y "fortalecer" la pastoral juvenil, la "vida de comunidad, como grupo juvenil, y su relación con la comunidad eclesial en la que estamos insertos".
"En la Comisión Nacional, superar el desconcierto y fortalecer nuestra comunión en la que cada diócesis participa con sus fortalezas y sus fragilidades, con sus penas y alegrías, pero siempre con la mirada en Jesús, nuestra Esperanza", concluyó.
