El Obispo de Shrewsbury (Inglaterra), Mons. Mark Davies, animó a los católicos a orar por la canonización de la Madre Elizabeth Prout, una religiosa del siglo XIX que cuidó a los "más abandonados" de la Revolución Industrial en Manchester.
Según informó el diario The Times, la religiosa Elizabeth Prout conocida como la "Madre Teresa de Manchester" podría ser la primera inglesa no mártir de los tiempos modernos en ser declarada "venerable" a finales de este año, luego de Santa Margarita de Wessex, canonizada en 1250.
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El 2 de septiembre, Mons. Davies, encargado de promover la causa de canonización de Elizabeth Prout, celebró en la Catedral de Nuestra Señora Auxiliadora y San Pedro de Alcántara en Shropshire, Shrewsbury, la Misa por el bicentenario del nacimiento de la religiosa. Asistieron miembros de las Hermanas de la Cruz y la Pasión o Pasionistas, instituto religioso co-fundado por Prout.
En su homilía, el Prelado dijo que la Madre Elizabeth llegó a Manchester en su juventud consternada por las condiciones de los pobres durante la Revolución Industrial, en la misma época en que vivieron Karl Marx y Friedrich Engels, que "formularon la teoría violenta del comunismo, una ideología que traería aún mayor sufrimiento a la humanidad".
Manchester fue una de las primeras ciudades industriales del mundo, pero pese al "desarrollo", las condiciones de trabajo para los residentes pobres eran atroces, al punto de ser descritas por Marx y Engels como "el infierno en la tierra".
En ese contexto, la Madre Elizabeth arriesgó su vida al entrar en "las calles más oscuras y peligrosas" de la ciudad "para encontrar a los más necesitados" y, junto a sus compañeros, "enfrentó las situaciones más degradantes con la confianza de la revolución que brota del mandato de Cristo: 'Ámense los unos a los otros como yo los he amado'", dijo.
El Prelado dijo que la Madre Elizabeth fue "pionera de la educación al establecer escuelas diurnas y nocturnas para los pobres industriales, y hogares de refugio para las niñas de las fábricas". "Si Marx y Engels simplemente observaron la condición de los pobres, Elizabeth deseaba vivir y morir entre ellos", subrayó.
Además, destacó el trabajo de la religiosa para que los abandonados reconocieran su propia dignidad innata como hijos de Dios, pues "vio claramente que sólo al descubrir que somos amados por Dios se reconoce y se mantiene seguro el valor innato y eterno de cada vida humana".
Por ello, para Mons. Davies, la vida santa de la Madre Elizabeth es una inspiración para la gente del siglo XXI, en especial, en relación con lo que el Papa Francisco describe como una "cultura del descarte", pues conectó el verdadero progreso social y la dignidad humana con el amor divino.
"En las sociedades donde hay una llamada urgente a la nueva evangelización, ella es ejemplo de que sólo mediante el descubrimiento de la vida interior -de la amistad íntima con Cristo- podremos traspasar los límites impuestos por nuestros miedos y así responder a nuestro llamado cristiano", concluyó.
La también fundadora de las Hermanas Pasionistas, conocida como Madre María José, "nunca hubiera imaginado que su vida algún día sería considerada como un ejemplo para todas las generaciones, la plenitud de la vida cristiana y la perfección de la caridad. Una vida que continuaría hablando de maneras nuevas y proféticas a este siglo XXI", concluyó.
Historia de Elizabeth Prout
Elizabeth Prout nació en Shrewsbury, a orillas del río Severn en 1820 y se bautizó en la iglesia anglicana de St. Julian. Su padre Edward era un católico no practicante que trabajaba como tonelero para una cervecería local.
Por influencia del Beato Dominic Barberi, misionero italiano que también condujo a la Iglesia Católica a San John Henry Newman, Elizabeth decidió ingresar a la Iglesia Católica a inicios de sus 20 años. Este importante hito en su vida devino en el repudio de sus padres, que le pidieron elegir "entre asistir a Misa y seguir teniendo un hogar y una familia", dijo Mons. Davies.
Elizabeth descubrió su vocación gracias a la espiritualidad de San Pablo de la Cruz, centrada en la Pasión de Cristo. Ingresó como religiosa a los 28 años y, pocos años después de sus votos perpetuos, le asignaron un puesto de profesora en una de las partes más pobres del Manchester industrial.
Según Mons. Davies, la Madre Elizabeth tomó muy en serio el recuerdo de la Sagrada Familia de Nazaret, la Pasión y la Cruz de Cristo y gracias a ello, encontró el valor para viajar sola a Manchester para trabajar entre los "degradados y descartados", que eran inmigrantes irlandeses pobres, trabajadores de fábricas y mujeres pobres.
Prout ayudó a establecer numerosas escuelas y albergues en partes del noroeste de Inglaterra afectadas por la pobreza y enseñó a las mujeres a ser autosuficientes, les enseñó habilidades para mantenerse a sí mismas y permitió que las otras hermanas religiosas ganaran su propio salario.
En 1857, la Madre Elizabeth, conocida como Madre María José, junto a otras 20 mujeres fundó el instituto religioso de las Hermanas de la Cruz y la Pasión o Pasionistas, y fue nombrada primera superiora general. El Papa León XIII aprobó la comunidad religiosa en 1863. Actualmente, las religiosas siguen trabajando en favor de los pobres en países como Papúa Nueva Guinea, Argentina, Chile, Perú y Jamaica.
Mons. Davies relató que la religiosa sufrió una enfermedad que le dejó una discapacidad permanente. Murió de tuberculosis el 11 de enero de 1864 a la edad de 43 años en el convento Sutton St Helens, Lancashire, y está enterrada en el Santuario de St. Anne's Church Sutton, junto al Beato Dominic Barberi y el Padre Ignatius Spencer. En 2008 se presentó su causa de canonización al Vaticano.