El Papa Francisco recibió en el Vaticano el 5 de septiembre a los capitanes regentes de la República de San Marino, Alessandro Mancini y Grazia Zafferani.
Según informó la oficina de prensa de la Santa Sede, en las conversaciones cordiales "se recordaron las relaciones históricas que unen a la Santa Sede y a la República de San Marino, y su fructífera colaboración" así como también se destacó "la contribución positiva de la Iglesia local para el bien del país y de su población".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Además, las autoridades conversaron con el Papa sobre "la actual emergencia sanitaria y a sus efectos en la antigua República" y se abordaron "algunas cuestiones de interés común relativas al panorama internacional, en el contexto europeo y en las perspectivas de la diplomacia multilateral".
Posteriormente, Alessandro Mancini y Grazia Zafferani se reunieron con el secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, Mons. Paul Richard Gallagher.
En marzo de 2018, el Papa Francisco recibió a las entonces autoridades de la República de San Marino y elogió por su acogida a refugiados.
En aquella ocasión, los capitanes regentes de San Marino regalaron al Pontífice una copia del siglo XVII de San Marino. Por su parte, el Papa les regaló una imagen en miniatura de Cristo Resucitado copia de un icono medieval y un ejemplar de Evangelii gaudium, Amoris laetitiae y Laudato si'.
Benedicto XVI visitó la República de San Marino en junio de 2011 y celebró una Misa por la solemnidad de la Santísima Trinidad.
En su homilía, Benedicto XVI se refirió a la historia de evangelización de San Marino, obrada por los santos Marino y León en la primera mitad del siglo II después de Cristo, creando una cultura y una civilización "centradas en la persona humana, imagen de Dios y por esto portador de derechos precedentes a toda jurisdicción humana".
Además, Benedicto XVI destacó que la riqueza de San Marino es la fe que sostiene a esta civilización y cultura por lo que alentó a promover y defender este patrimonio fundamental ante los diversos desafíos de la sociedad contemporánea como el hedonismo.