Este 27 de agosto, los obispos de Bogotá (Colombia) propusieron al presidente Ivan Duque reabrir las iglesias de la capital desde el 1 de septiembre con las medidas necesarias para evitar el contagio de coronavirus, así como ha ocurrido con varios sectores de la economía nacional.
"Todas las parroquias tienen preparada la recepción de sus feligreses con protocolos de bioseguridad para que se conserve el distanciamiento social y se pueda hacer la reapertura de los templos" indica el padre Rafael De Brigard, director de comunicaciones de la Arquidiócesis pic.twitter.com/XDcV1gSPdr
- Arquidiócesis de Bogotá (@arquidiocesisbo) August 28, 2020
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En el documento, los obispos señalaron que como "voceros del común sentir del pueblo católico" piden que las iglesias sean abiertas y se comprometieron a "implementar rigurosamente los protocolos de bioseguridad, aprobados por el Gobierno Nacional para el sector religioso".
Los prelados resaltaron la importancia de la Misa pública para la salud integral -física, psíquica y espiritual- "del alto porcentaje creyente de la población" de Bogotá.
Además, subrayaron que reabrir las iglesias bajo los protocolos de bioseguridad "no genera condiciones de riesgo superior a las de otros sectores cuya apertura ya fue aprobada".
"Nuestras iglesias son construcciones que tienen alturas y volúmenes suficientemente amplios; suelen ser en muchos barrios y sectores de la ciudad las instalaciones locativas más grandes, confortables y aireadas", agregaron.
Asimismo, indicaron que las iglesias cuentan con voluntarios que colaborarán con la eficaz implementación de las normas de bioseguridad en los templos, y resaltaron los resultados positivos de las pruebas pilotos desarrolladas en varios municipios en Colombia.
A inicios de junio, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) anunció la aprobación del protocolo de bioseguridad para reabrir las iglesias, junto con la realización de pruebas pilotos en los municipios con bajo nivel de contagio de COVID-19.
Estas pruebas consisten en Misas públicas con 50 personas como máximo en la primera fase, y un aforo del 35% de la capacidad de la iglesia en la segunda etapa.
"Acogemos con esperanza la nueva etapa del manejo de la pandemia en la que estamos entrando y ofrecemos toda nuestra colaboración para que el país y nuestra ciudad superen de la mejor manera posible la crisis que vivimos", añadieron.
Los prelados llamaron a la responsabilidad y ofrecieron sus oraciones por los gobernantes y la ciudadanía.
Finalmente, resaltaron la labor que ha venido desarrollando la Iglesia en este tiempo de pandemia, como es el caso de la asistencia psicosocial – espiritual, el servicio de alimentación a los más necesitados, el llamado constante al cuidado de la salud y la vida y el seguimiento de la normativa gubernamental.
El comunicado fue firmado por el Arzobispo de Bogotá, Mons. Luis José Rueda Aparicio, el Obispo de Fontibón, Mons. Juan Vicente Córdoba Villota, y el Obispo de Engativá, Mons. Francisco Nieto Súa.
Puede leer el comunicado completo AQUÍ.