El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso junto con el Consejo Mundial de Iglesias (WCC) publicaron el documento conjunto "Servir a un mundo herido en la solidaridad interreligiosa: una llamada a la reflexión cristiana y a la acción durante la COVID-19".
Este documento busca animar a las iglesias y organizaciones cristianas a reflexionar sobre la importancia de la solidaridad interreligiosa en un mundo herido por la pandemia del COVID_19.
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Ofrece una base cristiana para la solidaridad interreligiosa que puede inspirar y confirmar el impulso para servir a un mundo herido no solo por la COVID-19 sino también por otras muchas heridas.
La publicación también está destinada a ser útil a otras religiones que ya han respondido a la COVID-19 con pensamientos similares basados en sus propias tradiciones.
El documento reconoce el contexto actual de la pandemia como un tiempo para descubrir nuevas formas de solidaridad para repensar el mundo post-COVID.
Está dividido en cinco secciones y reflexiona sobre la naturaleza de la solidaridad sostenida por la esperanza que ofrece la base cristiana de la solidaridad interreligiosa, algunos puntos principales y una serie de recomendaciones de cómo la reflexión de la solidaridad puede ser trasladada a una acción concreta y creíble.
El Cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, aseguró que el servicio y la solidaridad cristiana en un mundo herido es parte de la agenda del Pontificio Consejo y del Consejo Mundial de las Iglesias desde el último año.
La pandemia de COVID-19 ha hecho que se ponga en acción este proyecto como "una respuesta ecuménica e interreligiosa" y añade que "la pandemia ha expuesto la fragilidad y las heridas de nuestro mundo, revelando que nuestras respuestas deben ser ofrecidas en una solidaridad inclusiva, abierta a los fieles de otras tradiciones religiosas y a las personas de buena voluntad que se preocupan por la familia humana".
El secretario general interino del Consejo Mundial de Iglesias, el Rev. Ioan Sauca, reflexionó que el diálogo interreligioso es vital para sanar y cuidar unos de otros a nivel mundial.
"Frente a la pandemia de COVID-19, la familia humana enfrenta una llamada sin precedentes para protegerse unos a otros y sanar nuestras comunidades", dijo.
"El diálogo interreligioso no solo ayuda a aclarar los principios de nuestra propia fe y nuestra identidad como cristianos, sino que también abre nuestra comprensión de los desafíos y las soluciones creativas que otros pueden tener", aseguró el Rev. Sauca.
Éste es el último documento que han coproducido el Consejo Mundial de Iglesias y el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso tras la publicación en mayo de 2019 del documento "Educación para la paz en un mundo multirreligioso: una perspectiva cristiana".
Entre las recomendaciones que incluye el documento está "encontrar maneras de dar testimonio del sufrimiento, llamar la atención sobre él y desafiar a cualquier fuerza que pretenda silenciar o excluir la voz de los heridos y vulnerables entre nosotros, haciendo responsables a las personas y estructuras que están detrás de este sufrimiento".
Además de "promover la cultura de la inclusión" y "alimentar la solidaridad a través de la espiritualidad".
También animan a "ampliar la formación del clero, agentes de pastoral y los fieles en la importancia de la cooperación con otros" así como fomentar el compromiso y el apoyo a la gente joven; "crear espacios para el diálogo" y "reestructurar proyectos y procesos que permitan la solidaridad interreligiosa".