El P. Liam Ryan, quien es surfista desde hace muchos años, se encontraba de vacaciones visitando a su mejor amigo en Australia Occidental cuando, en la tarde del 31 de julio, vio a otro surfista siendo asechado por un tiburón.
"Lo vi fuera de su tabla, luciendo realmente perdido y había solo media tabla flotando allí", dijo el P. Ryan, de 33 años, a The Catholic Leader, el diario de la Arquidiócesis de Brisbane.
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El presbítero, que estaba surfeando en Bunker Bay, a unos 96 kilómetros al suroeste de Bunbury, aseguró que hubo un silencio inquietante antes de que un gran tiburón blanco, que había mordido la tabla de Phil Mummert por la mitad, reapareciera para continuar con su ataque.
"Y luego vimos esta enorme abertura. El tiburón se lanzó sobre él... y luego volvió a hundirse", dijo el sacerdote a The Catholic Leader.
Tears and hugs for heroes who saved a shark attack survivor. @amberjohnston_1 #7NEWS pic.twitter.com/yjPPo6xcgi
- 7NEWS Perth (@7NewsPerth) August 3, 2020
Según testigos y el propio Mummert, este último usó la mitad de su tabla rota para tratar de alejar al tiburón y golpeó la cabeza del animal con sus propias manos, informó la estación de noticias local 7News Perth.
Más tarde, el P. Ryan le dijo a 7News Perth que el tiburón, que tenía entre 4 y 5 metros de largo, era "lo suficientemente grande como para poner a llorar a hombres adultos".
"Empecé a gritar 'ayúdalo, ayúdalo'", dijo el P. Ryan a The Catholic Leader.
Afortunadamente, las llamadas de auxilio del sacerdote fueron escuchadas por otro surfista cercano, Alex Oliver, quien nadó hacia Mummert y lo subió a su longboard. Luego, Oliver y el P. Ryan remaron desde la tabla hasta la orilla.
Según The Catholic Leader, Mummert estaba "sangrando abundantemente" cuando llegaron a la orilla, con mordeduras profundas del tiburón en la parte superior de la pierna.
"Tan pronto como llegamos al encalladero, alguien apretó la herida con la mano para frenar el sangrado", dijo el P. Ryan.
El sacerdote dijo que una vez que Mummert fue trasladado en avión al hospital, se tomó un "momento tranquilo, de soledad, en las dunas de arena".
"Lloré un poco y simplemente bendije al Señor", dijo a The Catholic Leader. La compañera de Mummert, Misha Wright, le dijo al diario que le otorgaba crédito al P. Ryan por salvar la vida de Mummert.
"No solo arriesgó su propia vida para ayudar a salvar la de Phil, sino que corrió hasta el final de la playa para contarme lo que sucedió y sacar a todos los demás del agua", dijo.
"Honestamente, no sé cómo una persona puede ver a un extraño ser atacado por un gran tiburón blanco de cuatro metros y nadar hacia él para salvarlo, así que estamos más que agradecidos con todos los que ayudaron a salvar la vida de Phil", agregó.
El 3 de agosto, Mummert ya estaba de regreso en casa y con muletas. Allí se reunió con el P. Ryan, Oliver y varios otros que ayudaron a salvar su vida.
"Son la definición de héroes, ¿no?, Quiero decir que arriesgaron sus propias vidas para venir a ayudarme", dijo Mummert a 7News Perth.
El P. Ryan le dijo a The Catholic Leader que no dudó en ayudar.
"Hay algo muy dentro de ti que quiere ayudar. El cristianismo se basa en el principio de que alguien da su vida por ti. Te encuentras cara a cara con lo que sería uno de los mayores temores para mucha gente, muchos surfistas, pero lo que te da fuerza en ese momento es la gracia de Dios", aseguró
El P. Ryan agregó que no quería que la experiencia le impidiera hacer surf y disfrutar del agua, que siempre ha sido una de sus formas favoritas de relajarse y disfrutar de la creación de Dios. Dijo que regresó a la misma playa al día siguiente para ofrecer la oración matutina y la Misa.
"No quería que ese evento, por traumático que fuera, me quitara todo lo que el surf ha significado para mí, todas las buenas olas y la gente que he conocido", dijo.
El P. Ryan fue ordenado sacerdote en agosto de 2019 después de haber asistido al Seminario Redemptoris Mater en Perth. Los ataques fatales de tiburones en aguas australianas son raros, y el país tiene un promedio de 1.1 muertes por ataques de tiburones por año. Este año ya se ha registrado una tasa de mortalidad por ataques de tiburones superior a la media, con 5 muertes en lo que va de 2020.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en Catholic News Agency.