A puertas cerradas, el Obispo Auxiliar de Buenos Aires (Argentina), Mons. Juan Carlos Ares, celebró la apertura virtual del Santuario de San Cayetano, y pidió confiar en la providencia de Dios a ejemplo del santo patrono del pan y el trabajo.
Este 7 de agosto, con el lema "Junto a San Cayetano confiamos en Dios y nos ponemos en sus manos", Mons. Ares realizó a media noche la tradicional apertura del santuario de San Cayetano de Liniers, que este año se dio de manera virtual para evitar los contagios de coronavirus.
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Durante la Santa Misa, el Prelado lamentó que los fieles no puedan estar físicamente en el templo, pero invitó a los devotos a participar desde sus hogares de manera virtual y abrir sus corazones para vivir este encuentro con Dios.
"Queremos pedirle que las puertas de los hogares, puestos de trabajo, los barrios, nuestros lugares de cuidado, hospitales, los geriátricos, los lugares de formación, los colegios, la universidad, los distintos lugares del campo, de la ciudad, para que estas fiestas como siempre sean el encuentro de Dios providente con su pueblo, por medio de nuestro amigo San Cayetano", agregó.
Mons. Ares pidió al santo que no falte pan ni trabajo en el día a día e invitó a los fieles a unirse más que nunca, "como tantas veces lo hizo aquí nuestro querido hermano y hoy nuestro Papa Francisco".
Durante la homilía, el Prelado dijo que la frase del Evangelio "acumulen un tesoro inagotable en el cielo", fue el eje central de la vida de San Cayetano, pues entregó sus bienes y consagró su vida "al pequeño rebaño", al servicio de los pobres y enfermos.
"Asumió el Reino de Dios como un gran tesoro. Ahí tenía puesto el corazón", añadió.
Mons. Ares relató que cuando la peste conocida como "la enfermedad francesa" o sífilis afectó su ciudad natal en Vicenza (Italia), Cayetano creó un hospital de incurables, donde atendía y acompañaba a quienes se encontraban desahuciados.
"Cayetano hoy está en la cama de cada enfermo, en las manos de cada médico, enfermero. También nos sigue asistiendo, pero nos recuerda que el tesoro de la vida se prolonga en el cielo", agregó.
El Prelado señaló que, así como el patrono del trabajo, los fieles deben buscar siempre la providencia de Dios, y poner sus manos al servicio del reino, para poder ser "providencia para otro", para poder compartir aquello que Dios nos da.
"Jesús sabe lo que padecemos, Él sabe lo que nos hace falta, pero eso hace también que como en la vida de Cayetano, busque en nosotros nuestra confianza en Él", concluyó.