Mons. Carlos López, Obispo de Salamanca (España) habló en su carta pastoral sobre la dificultad que afrontan algunos ancianos que viven en residencias para recibir los sacramentos, ya que la dirección de algunos de estos centros no facilita la labor pastoral de los sacerdotes.
Con la pandemia de coronavirus los mayores han sido los más afectados y, según el Prelado, "ha despertado en toda la sociedad y en la Iglesia un sentimiento de preocupación por su salud y atención".
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También recordó la alarma "por el gran número de ancianos que han perdido la ida en las residencias y en los hospitales, sin la cercanía consoladora de la familia y sin poder recibir a veces el acompañamiento espiritual y la gracia de los sacramentos, ni el fruto de la oración de la comunidad cristiana en la celebración de las exequias. Ha sido una experiencia muy dolorosa para ellos mismos, para sus familias y para la Iglesia".
Mons. López subrayó que "una sociedad que minusvalora a sus mayores y prescinde de su sabiduría es una sociedad enferma y sin futuro, porque le falta memoria", insistió en "el papel irremplazable de los ancianos" y que la Iglesia debe ser "un lugar donde las generaciones están llamadas a compartir el pan de amor de Dios" porque los anciano "no son solo el pasado, sino también el presente y el mañana de la Iglesia".
Sobre el drama creado por "la escasez de medios de tratamiento y su aplicación preferente a las personas más jóvenes", el Obispo recordó que "la decisión de aplicar los tratamientos a un sector u otro de la población no se puede basar en una diferencia en el valor de la vida humana y la dignidad de cada persona, que siempre son iguales y valiosísimas", y por lo tanto, "la edad no puede ser considerada como el único criterio de decisión de elección" porque de ser así se podría caer en un comportamiento discriminatorio hacia los ancianos y los más frágiles".
Mons. López aseguró que los ancianos necesitan también atención espiritual y recordó a los que están en las residencias de mayores, por eso destacó que algunos de estos centros no permiten la entrada de sacerdotes.
"Seguimos con especial preocupación la práctica de los responsables de algunas residencias de mayores que, en la actual situación sanitaria y normativa, con la pretensión de seguir protegiendo del contagio por el virus, no permiten la entrada de sacerdotes para atender espiritualmente a los residentes que solicitan os sacramentos en la etapa final de su vida. Facilitan sin embargo, la entrada de profesionales que prestan otros convenientes servicios", afirmó.
Por eso el Prelado hizo un llamamiento al respeto "del ejercicio del derecho de libertad religiosa que garantizan nuestras leyes", que está recogida en la Constitución y que comprende el derecho de toda persona a "recibir asistencia religiosa" en los establecimientos asistenciales, que sólo puede ser limitado para la "salvaguardia de la salud" por la legítima autoridad sanitaria.
El Obispo de Salamanca aseguró que en ningún momento de la pandemia ha habido "ninguna norma de la autoridad sanitaria" al respecto y que incluso durante el tiempo de estado de alarma y de las más severas medidas sanitarias de protección ante el contagio del virus, "los capellanes de los Hospitales de Salamanca pudieron realizar su misión espiritual, debidamente equipados. Y hasta el día de hoy siguen realizando su tarea de asistencia espiritual, con las precauciones sanitarias actualmente exigidas".
Puede leer la carta íntegra AQUÍ.