El Cardenal Francisco Javier Errázuriz, miembro de la Familia Schoenstatt, habría pedido al entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Joseph Ratzinger, rectificar su carta en la que señaló que el P. José Kentenich no fue rehabilitado por el Vaticano en 1965.
El Cardenal Errázuriz habría hecho esta solicitud en un encuentro que tuvo en Roma con el Cardenal Ratzinger, según un texto interno que circula entre los miembros de Schoenstatt y que está firmado por el Purpurado chileno.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El texto, al que tuvo acceso ACI Prensa, empezó a circular después de que este 3 de agosto el vaticanista Sandro Magíster publicó en su blog Settimo Cielo la carta que el Cardenal Ratzinger envió en abril de 1982 al P. Ludwig Münz, rector general de los palotinos, a los que pertenecía el P. Kentenich.
La misiva se publicó casi un mes después de difundirse una investigación de la historiadora Alexandra von Teuffenbach sobre acusaciones de abusos sexuales y de poder que habría cometido el P. Kentenich, cuya causa de beatificación se realiza en la diócesis alemana de Tréveris. El contenido de la investigación recibió diversas respuestas de Schoenstatt.
Según la investigación, estas denuncias y una corroboración del Vaticano habrían sido la causa de la separación del P. Kentenich del movimiento Schoenstatt en 1951.
La carta del Cardenal Ratzinger señala que en 1965 el Vaticano permitió al P. Kentenich permanecer en Alemania –a donde volvió después de estar 14 años en Estados Unidos– con la condición de que "no ingresara al instituto secular de los sacerdotes de Schönstatt y no asumiera la dirección de la obra de Schönstatt".
En Schoenstatt se conoce a este periodo de 14 años como el "exilio", y afirman que el regreso del sacerdote a Alemania fue porque el Vaticano lo había rehabilitado.
Sin embargo, en su carta el Cardenal Ratzinger escribió que "en la sesión del Santo Oficio del 29 de octubre de 1965 no se anuló ninguna de las anteriores decisiones del Santo Oficio que se referían a la doctrina, la actividad y la persona del padre Kentenich".
El texto del Cardenal Errázuriz
En el texto que circula entre los miembros de Schoenstatt, el Cardenal Errázuriz afirma que cuando entonces se conoció la carta de la autoridad vaticana, "viajé a Roma para tratar el tema con el Cardenal Ratzinger. En ese entonces yo era presidente del Consejo Internacional de la Familia de Schoenstatt". "Le manifesté que le había hecho un gran daño a Schoenstatt con la carta que le había escrito al Superior General de los Padres Palotinos", relató.
El Cardenal Errázuriz afirmó que el Cardenal Ratzinger "se extrañó, y me relató la razón por la cual había firmado esa carta. Me dijo que el General de los Palotinos se había quejado, porque los schoenstattianos decían que ellos habían tratado mal al P. Kentenich durante sus años en Milwaukee [Estados Unidos] y que ese rumor había hecho disminuir las vocaciones que recibían los Padres Palotinos. Me dijo el Cardenal: seguramente Ud. también piensa que no fue así; asentí a ello".
"De esto - y de otras cosas - había hablado el Padre General con la sección de la Congregación Romana. El Cardenal Ratzinger me manifestó había estado dispuesto a escribir una carta sobre esta materia, y le había pedido a la sección que le presentara el texto, y lo había firmado".
"Yo le manifesté al Cardenal que su carta no trata este tema. Me respondió que como no había sabido el motivo de la audiencia, no tenía consigo una copia de la carta. Continuó: ¿La tiene Ud.? ¿Me la podría pasar?".
De acuerdo al Purpurado chileno, cuando el Cardenal Ratzinger "la leyó, me dijo: En realidad no aparece clara mi intención. Tendré que modificarla. Le manifesté que no se trataba sólo de una modificación. Tendría que rectificarla totalmente. Me dijo: lo haré después de las vacaciones. Pero no lo hizo, porque se lo impidió el Arzobispo Secretario de la Congregación, diciéndole que la Congregación para la Doctrina de la Fe, nunca se contradecía".
"En esa oportunidad me dio a leer una carta del Cardenal Alfredo Ottaviani, en la cual él se defendía de una acusación de inconsecuente que le había hecho uno de los oficiales de la Congregación, por tener ahora un juicio positivo sobre el P. Kentenich, después de haber actuado contra él. El Cardenal escribió: 'errare humanum est, sed perseverare in errore diabolicum dicendum est'".
El Cardenal Errázuriz culmina su texto diciendo que "pueden darlo a conocer en la comunidad y en las demás ramas de la Familia. Me despido con un cordial saludo, recordando que Dios hace redundar todas las cosas para el bien de quienes lo aman".