Mons. Antón Zerdin, Obispo del Vicariato Apostólico de San Ramón, que abarca las regiones amazónicas de Junín y Ucayali en Perú, fue hospitalizado este 17 de julio debido a complicaciones por coronavirus COVID-19.
Mons. Zerdin nació en Lendava (Eslovenia) e ingresó a la Orden de los Hermanos Menores (OFM), conocidos como franciscanos. Fue ordenado sacerdote en 1975.
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Fue nombrado Obispo Coadjutor del Vicariato Apostólico de San Ramón por San Juan Pablo II en 2002, y asumió el cargo de Obispo Titular al año siguiente.
En un comunicado, el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, señaló que Mons. Zerdin fue trasladado "con el apoyo del Ministerio de Salud y de Defensa, desde Atalaya a Lima, y ha sido internado en el Hospital de Ate destinado para el COVID-19".
"Estamos orando por su salud y por el pronto restablecimiento de nuestro hermano en el Episcopado", escribió Mons. Cabrejos Vidarte.
Atalaya es una pequeña ciudad de alrededor de 13 mil habitantes que se levanta a orillas del río Ucayali, uno de los dos grandes afluentes del río Amazonas.
En diálogo con ACI Prensa, el diácono Samuel Banés, secretario de Mons. Zerdin, señaló este 18 de julio que el Prelado "está recuperándose" y "su salud está bastante estable".
"Está delicado, por supuesto", precisó, pero destacó que "de ayer a hoy ha mejorado un poquito. Vamos a ver cómo se recupera en estos días, tenemos que esperar".
Banés indicó que los síntomas de Mons. Zerdin aparecieron hacer alrededor de una semana, pero pensó inicialmente que se trataba de "una gripe". Una prueba realizada en Atalaya reveló que se trataba de COVID-19.
El Vicario Apostólico de San Ramón presentó luego síntomas de neumonía, por lo que decidieron trasladarlo a la capital del Perú, para una atención especializada.
El problema de Atalaya, dijo, es que no hay hospital con la infraestructura adecuada para la lucha contra el COVID-19: "no hay una cama de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), hay problemas de abastecimiento de oxígeno".
"Dado todo ese peligro más el estado en el que se encontraba, hemos recurrido a sacarlo por temer por su vida", señaló Banés, pues lo importante era "antes que nada, prevenir, estaba bastante delicado".
Actualmente, indicó, el Prelado "está consciente" y "está con oxígeno, no está intubado".
Sin embargo, reconoció que el pronóstico es reservado, pues "no se sabe qué reacciones va a poder tener en estos días".