La Prelatura de Huamachuco, en el norte del Perú, respondió al informe del diario La República sobre denuncias de abusos sexuales que habrían ocurrido en esa jurisdicción y en la Arquidiócesis de Trujillo, de la cual es sufragánea, precisando que solo hay un caso pendiente de resolución en el fuero civil.
"Los hechos descritos fueron en su momento judicializados y sobre estos hechos se ha pronunciado la Fiscalía Mixta Corporativa Sánchez Carrión. La misma que fue apelada y el Fiscal Superior de La Libertad, dispone declarar infundada la queja de derecho interpuesta. En el caso de Mendoza sigue en curso", indica el comunicado con fecha 14 de julio y publicado ayer en la cuenta de Facebook de la Prelatura.
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El sacerdote al que se hace mención y que está incluido en el informe del diario peruano es el P. Manuel Mendoza.
El comunicado está firmado por el Administrador Apostólico de Huamachuco, Mons. Pascual Benjamín Rivera Montoya, y afirma que apenas la Prelatura tuvo conocimiento de las denuncias "de manera inmediata suspendió a los sacerdotes involucrados el 1 de marzo de 2016, mientras duraba la investigación en el fuero eclesial, para lo cual se formó una comisión indagatoria, garantizando el respeto a la persona humana, a tener un debido proceso y el derecho a la presunción de inocencia de los acusados".
Cuando se presentaron las denuncias, el Prelado de Huamachuco era Mons. Sebastián Ramis Torrens, quien dejó el cargo por haber alcanzado el límite de edad en agosto de 2018.
El texto de la Prelatura indica que las conclusiones de la comisión indagatoria "fueron elevadas a la Congregación para la Doctrina de la Fe, la misma que indica iniciar un proceso penal administrativo contra los presbíteros".
"Para dichos procesos se nombraron consultores externos a la Prelatura de Huamachuco, que emitieron sus conclusiones y en su momento se resolvieron y notificaron a las partes involucradas", refiere el Administrador Apostólico.
"Lamentamos que, en este medio de comunicación, periódico La República, comparta información de forma confusa, que a la fecha ya ha sido investigada, tanto en el fuero civil como en el fuero eclesiástico, llevando a la población a equívoco, más que a ser informados", prosigue Mons. Rivera Montoya.
Finalmente el Administrador Apostólico precisa que a la fecha no hay casos nuevos y expresa su esperanza en que en Huamachuco la Iglesia "se vea libre de cualquier acción contra la dignidad de las personas, y en especial de los menores y los indefensos".
El comunicado de la Prelatura de Huamachuco se publicó el mismo día en que el Arzobispo de Trujillo (Perú), Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, envió un mensaje a los episcopados latinoamericanos aduciendo que los casos de abusos sexuales en su arquidiócesis y en la Prelatura sufragánea de Huamachuco han sido cerrados definitivamente tanto a nivel judicial como eclesiástico, y que las noticias sobre el escándalo han sido retiradas de la web tras una carta enviada al periódico peruano La República.
Sin embargo, el artículo aún puede leerse en la web de La República AQUÍ y el especial completo, que incluye documentación, audios y videos puede leerse AQUÍ.
En un artículo titulado "El sórdido norte" y publicado el 15 de julio, el columnista del diario El Comercio, Fernando Vivas, dijo que "Monseñor Cabrejos debe explicar qué hizo de eficaz y reparador para que la impunidad de clérigos abusadores no campee en el norte".
Por su parte, en el artículo "Abuso y homosexualidad en la Iglesia trujillana" publicado también el 15 de julio en La Abeja, el columnista Luciano Revoredo calificó de "lavado de manos" el pronunciamiento de la Arquidiócesis de Trujillo, pues Mons. Cabrejos "parece olvidar que la Prelatura de Huamachuco es de menor jerarquía que el arzobispado, y más aún, que él preside la Conferencia Episcopal Peruana y por encima de todo eso es presidente nada menos que del CELAM, con lo cual tiene el peso y la autoridad suficiente para actuar con energía".
El informe
El informe sobre presuntos abusos sexuales publicado en La República el 12 de julio y que ACI Prensa reportó al día siguiente presenta decenas de denuncias de inconductas presuntamente cometidas por tres sacerdotes de la Arquidiócesis de Trujillo y nueve de la Prelatura de Huamachuco.
Según la investigación publicada por La República, las denuncias fueron acogidas en su momento por el P. Esteban Desposorio Fernández y otros sacerdotes, y las llevaron a las autoridades eclesiásticas y civiles. Sin embargo, de acuerdo al informe periodístico, los presbíteros indicaron que en vez de apoyo, fueron sancionados por la jerarquía eclesial.
Los supuestos abusos se remontan a la década de 1990, pero otras denuncias fueron presentadas en 2005, 2010 y 2015.
De acuerdo al diario peruano, uno de los denunciantes identificado como "Andrés", hoy de 39 años, afirma que entre 1996 y 1998 los sacerdotes Tulio Montenegro, Emeterio Castañeda, Segundo Fernández, William Costa y Ricardo Angulo habrían organizado o participado "de fiestas, los fines de semana por las noches, en distintas parroquias de Trujillo y en la casona de un ciudadano llamado Daniel Hoyle –ya fallecido–, donde tenían sexo con menores de edad a cambio de dinero".
En el caso del P. Ricardo Angulo Bazauri, que fue Vicario General de Mons. Cabrejos Vidarte y a quien el informe de La República señala como uno de los supuestos participantes en fiestas en las que se habría prostituido a menores, el Arzobispado de Trujillo aseguró que "no ha recibido denuncia de ningún tipo, y no ha sido denunciado ni en lo civil ni en lo canónico".
El P. Angulo Bazauri ha ocupado otros importantes cargos bajo el gobierno pastoral de Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, llegando a ser presidente del Directorio de la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Trujillo en 2014.
Actualmente, el P. Angulo Bazauri es Gerente de Desarrollo Institucional de la Universidad Católica de Trujillo, cuyo fundador y Gran Canciller es Mons. Cabrejos Vidarte.
A pesar de las explicaciones publicadas el 12 de julio, el informe de La República asegura que el Arzobispo de Trujillo no respondió las consultas realizadas por una comisión del Congreso del Perú que investigó en 2018 denuncias de abusos sexuales en el país.
Sobre el caso del P. Angulo Bazauri, La República indicó que un representante del Arzobispado de Trujillo "se comprometió a entregarnos 'todo lo que tenemos', pero hasta el cierre de esta investigación no había entregado un solo documento".
Los denunciantes destacaron ante la prensa peruana el apoyo que han recibido de parte del Nuncio Apostólico en el Perú, Mons. Nicola Girasoli, y aseguraron que seguirán buscando justicia, porque "esto es algo que debe terminar de una vez".
Lux Mundi y Vademécum
El 1 de junio de 2019 entró en vigor el motu proprio del Papa Francisco Vos estis lux mundi (Ustedes son la luz del mundo), que sirve como norma para denunciar los abusos sexuales y su encubrimiento en la Iglesia Católica.
Una de las principales novedades del motu proprio es el papel que se le otorga al arzobispo metropolitano, el obispo principal en una provincia eclesiástica, cuando se presenta una denuncia de abusos.
El arzobispo metropolitano preside una provincia eclesiástica de la cual en cierto modo dependen las otras diócesis que son conocidas como sufragáneas. La Prelatura de Huamachuco es sufragánea de Trujillo.
Una de las finalidades del arzobispo metropolitano es la de integración, coordinación pastoral y servicio mutuo. El metropolitano es un primo inter pares (primero entre iguales). Si se presenta un problema en su provincia, este debe tener solicitud pastoral y fraterna para ayudar a resolverlo.
Al explicar las novedades del motu proprio en 2019, el Cardenal Marc Ouellet afirmó que "la Santa Sede, al encomendar al metropolitano la investigación preliminar de informes que parezcan tener algún fundamento, involucra y responsabiliza a la Iglesia local. Como siempre en la Iglesia, procedemos con reformas y con importantes innovaciones como de la que estamos hablando, pero siempre en la tradición".
El Cardenal dijo que este papel que la Santa Sede asigna al metropolitano "encaja de alguna manera en una tradición que hace que la Santa Sede envíe a un obispo externo como un 'visitador apostólico' para llevar a cabo investigaciones y verificaciones en una diócesis".
"Si bien la figura del metropolitano juega un papel muy importante, y para informar un papel esencial, si un metropolitano en particular no fuera idóneo para hacer una consulta (por ejemplo, si hay un conflicto de intereses), el Dicasterio competente tiene la libertad para nombrar a otra figura eclesiástica", precisó entonces el Cardenal.
Por su parte, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó ayer 16 de julio un "vademécum para los procesos de menores de edad por parte de clérigos" que es un "manual de instrucciones" para guiar a los obispos y a los superiores religiosos en el momento que reciben denuncias en casos de abuso de menores por parte de diáconos, presbíteros y obispos.
Según indicó la oficina de prensa de la Santa Sede, la solicitud de documento surgió tras la reunión sobre "la protección de menores en la Iglesia" realizada en el Vaticano del 21 al 24 de febrero de 2019, a la cual el Papa Francisco convocó a obispos y superiores generales. En esta se remarcó la necesidad "de la unidad de los obispos en la aplicación de parámetros que tengan valor de normas y no solo de orientaciones".
El documento tiene 18 páginas y "queda abierto a futuras actualizaciones, también sobre la base de la legislación vigente". Puede verlo AQUÍ.