Mons. Miguel Cabrejos "debe explicar qué hizo de eficaz y reparador para que la impunidad de clérigos abusadores no campee en el norte" del Perú, exigió el columnista del diario El Comercio, Fernando Vivas, al Arzobispo de Trujillo y también presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), ante las denuncias de abusos sexuales reveladas por la prensa local.
"Leo escandalizado la respuesta del Arzobispado de Trujillo a una investigación de Melissa Goytizolo, publicada por La República y la red Connectas, sobre abusos sexuales del clero en La Libertad. Antes que dolor por los hechos descritos, hay lavado de manos y mención a procesos judiciales que fueron iniciados por los denunciantes sin colaboración de la Iglesia", escribe Vivas en su artículo "El sórdido norte", publicado este 15 de julio.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Fernando Vivas se refiere también a las denuncias de abusos en la Prelatura de Huamachuco –sufragánea de la Arquidiócesis de Trujillo–, donde el "obispo local, Sebastián Ramis, no solo minimizó los reclamos de estos religiosos, sino que tampoco los protegió cuando fueron amedrentados", y luego el "escándalo pasó a la capital de la región, Trujillo, cuyo arzobispo hoy es monseñor Miguel Cabrejos".
A Mons. Cabrejos, afirmó, "hay que ponerle los reflectores encima porque es nada menos que presidente de la CEP" y, al ser también presidente del CELAM, "es la máxima autoridad de la Iglesia latinoamericana".
"¿Qué hizo Cabrejos tras leer una carta el 6 de enero del 2016 donde los curas denunciantes le cuentan lo de Huamachuco?", cuestionó Vivas, y respondió: "Pues, muy poco. Le escribió a Ramis pidiéndole que arregle su prelatura y promovió investigaciones canónicas, de esas que acaban en suspensiones blandas".
Consultada por ACI Prensa este miércoles, la Prelatura de Huamachuco indicó que el Administrador Apostólico, Mons. Benjamín Rivera Montoya, había "salido y no ha visto todavía el texto. Si lo considera necesario responderá". Al cierre de esta edición aún no hay respuesta.
Juan Andonaire, de la oficina de prensa del Arzobispado de Trujillo, indicó a ACI Prensa que "no ha habido más que el descargo que se lanzó anteayer. No tengo conocimiento de si habrá un descargo adicional".
Por su parte, Kurt Mendoza, jefe de Prensa y Comunicaciones de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), dijo a ACI Prensa que no tiene "información de algún pronunciamiento" por parte del Episcopado.
"Se les reitera que tomen en cuenta la nota de prensa del Arzobispado de Trujillo que ya se la he enviado con anterioridad. El artículo del señor Fernando Vivas es un texto de opinión basado en el reportaje de La República a la que se refiere la mencionada nota de prensa de Trujillo", agregó.
En su comunicado del 12 de julio, la Arquidiócesis de Trujillo indicó que "siempre ha actuado de manera inmediata" ante denuncias de abusos, y aseguró que desde que Mons. Cabrejos Vidarte "ha llegado al Arzobispado de Trujillo en septiembre de 1999, no ha recibido ninguna denuncia concreta".
Además, señaló que las denuncias de abusos presuntamente cometidos por dos sacerdotes de la Arquidiócesis de Trujillo "habrían sucedido en la década del 90 siendo Arzobispo de Trujillo Mons. Manuel Prado Pérez-Rosas, SJ, de los cuales no existe ningún informe sobre el particular".
Además, "en junio del 2017 la Congregación para la Doctrina de la Fe con sede en Roma, órgano competente para atender este tipo de casos, nos hizo saber que había cerrado el caso de ambos sacerdotes de Trujillo".
Fernando Vivas afirma en su artículo que los voceros de Mons. Cabrejos "no han aportado ninguna prueba de que el arzobispo haya colaborado con la judicialización de los casos, que ya no solo involucraban a Huamachuco, sino a sacerdotes de Trujillo".
El informe
El informe de La República señala a una docena de sacerdotes de la Arquidiócesis de Trujillo y de una de sus sufragáneas, la Prelatura de Huamachuco.
Según la investigación, un grupo de sacerdotes, como el P. Esteban Desposorio Fernández, acogió las denuncias y las llevó a las autoridades eclesiásticas y civiles, y ahora a la prensa local. De acuerdo al informe periodístico, los denunciantes indicaron que en vez de apoyo, fueron sancionados por la jerarquía eclesial.
Los supuestos abusos se remontan a la década de 1990, pero otras denuncias fueron presentadas en 2005, 2010 y 2015.
De acuerdo al diario peruano, una de las denuncias de un hombre identificado como "Andrés", hoy de 39 años, apunta a que entre 1996 y 1998, los sacerdotes Tulio Montenegro, Emeterio Castañeda, Segundo Fernández, William Costa y Ricardo Angulo habrían organizado o participado "de fiestas, los fines de semana por las noches, en distintas parroquias de Trujillo y en la casona de un ciudadano llamado Daniel Hoyle –ya fallecido–, donde tenían sexo con menores de edad a cambio de dinero".
El P. Desposorio Fernández dijo a La República que "son muchas víctimas que nos han contado cosas horribles de muchos, mal llamados, sacerdotes. Tanto de Huamachuco como de Trujillo".
En el caso del P. Ricardo Angulo Bazauri, que fue Vicario General de Mons. Cabrejos Vidarte y a quien el informe de La República señala como uno de los supuestos participantes en fiestas en las que se habría prostituido a menores, el Arzobispado de Trujillo aseguró que "no ha recibido denuncia de ningún tipo, y no ha sido denunciado ni en lo civil ni en lo canónico".
En su artículo de hoy, Fernando Vivas afirma que Mons. Cabrejos le dio licencia al P. Angulo "para dejar su cargo en el arzobispado, y batallar legalmente con quienes lo aludían entre los sacerdotes que habrían asistido a fiestas donde había comercio sexual con menores".
"No acuso a Angulo pues no hay mayores pruebas más allá de lo referido por testigos en la investigación; pero permitirle batallar legalmente sin siquiera abrir un proceso interno (lo reconoce el comunicado) va contra el clamor del Vaticano respecto al rol proactivo judicialmente, jamás encubridor, que debe tener la Iglesia ante la más mínima sospecha de abuso", indica el periodista.
"Monseñor Cabrejos debe explicar qué hizo de eficaz y reparador para que la impunidad de clérigos abusadores no campee en el norte", concluyó Vivas.