El 9 de julio se celebró en Argentina a Nuestra Señora de Itatí, patrona de Corrientes, fiesta que coincidió con el 204° aniversario de la Independencia patria.
De acuerdo a lo dispuesto por las autoridades locales y la Arquidiócesis, la celebración fue más restringida de lo habitual debido a las medidas sanitarias para prevenir la expansión del coronavirus.
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Por ello, todas las actividades fueron transmitidas por las redes sociales y los medios locales.
De esa forma, se realizó el izamiento de la bandera en la plaza Fray Luis de Bolaños; un homenaje con salvas; misas con 20 personas, el número máximo permitido; y al mediodía se realizó la caravana por las calles de la ciudad.
Pasado el mediodía, la Virgen de Itatí salió en caravana seguida por motociclistas, autos y gauchos a caballo.
Los fieles la saludaron con vítores y prepararon pequeños altares afuera de las casas.
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La Misa de la tarde fue presidida por el Arzobispo de Corrientes, Mons. Andrés Stanovnik, y concelebrada por el Obispo Auxiliar, Mons. José Adolfo Larregain.
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"Todos estamos más o menos disgustados de no poder peregrinar a Itatí este año, pero estemos seguros que Ella peregrina a donde están cada uno de ustedes", por eso la Virgen "nos invita a dejar atrás la decepción de no estar acá y poder vivir una peregrinación interior, pero también con nuestra familia", dijo Mons. Stanovnik en su saludo inicial.
El Obispo Auxiliar, Mons. Larregain, dijo en su homilía que "necesitamos recrear permanentemente en nosotros la mirada de fe sobre los signos de estos tiempos".
"Cuantas tristezas, dolores, desesperanzas, amarguras, desalientos, estamos experimentando por lo que estamos viviendo. Es un tiempo difícil, la noche se hace larga y parece retardarse el amanecer" pero eso ayuda a "discernir lo que nos hace bien y lo que nos daña, descubriendo los signos del paso de Dios en medio nuestro", reflexionó.
En ese sentido, Mons. Larregain alentó a "ser una nación que privilegie la cultura del encuentro y de la vida" animados por la "presencia del Mesías en nuestras vidas que nos trae alegría. Hoy necesitamos renovar nuestra alegría, confianza y esperanza".
También pidió a la Virgen de Itatí "por nuestro hermoso y querido pueblo argentino y correntino. Por sus históricas luchas, por sus deseos de vivir en libertad, por su creatividad, por su religiosidad, por sus ganas de gozar de la vida a través de sus fiestas, tradiciones y costumbres. Son regalos que ha dado a nuestro Pueblo el Dios de la Vida", concluyó el Obispo Auxiliar.
Los días previos, las diócesis de la región del noreste argentino se organizaron para guiar la novena en honor a la Virgen de Itatí alentados por el lema "María, Madre del pueblo, esperanza nuestra".