Diez mujeres de distintas congregaciones religiosas en Alemania publicaron un manifiesto en el que exigen ser admitidas al orden sacerdotal.
"Mujeres religiosas por la dignidad humana" es el nombre de este grupo que publicó un manifiesto en el que critican la perspectiva católica sobre la Eucaristía y el lenguaje usado en la liturgia.
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Según informa CNA Deutsch, agencia en alemán del Grupo ACI, las firmantes afirman que su pedido se basa en algunas cosas aprendidas durante la pandemia del coronavirus, como que "con la ruptura y la pérdida de lo familiar –a veces simplemente arraigado– hubo primero un vacío y luego espacio para un discurso y una búsqueda común".
Las religiosas también indican que el hecho que las superioras o prioras asuman la dirección espiritual de una comunidad pero no se les permita presidir la Misa muestra el "desequilibrio" de la Iglesia Católica y "una dependencia extrema de las mujeres (religiosas) respecto de un hombre consagrado".
Esto plantea la cuestión de si "la forma correctamente celebrada es más importante que el contenido" y citan al "ecoteólogo" y exsacerdote Leonardo Boff, cuyos trabajos fueron condenados por la Santa Sede en la década de 1980.
"¿No son las normas y reglamentos demasiado restrictivos en la comprensión de los sacramentos? ¿No puede todo convertirse en un signo efectivo de la presencia de Dios si encuentra resonancia en mí o en nosotros?", citan las religiosas Boff.
Para las religiosas es "incomprensible" que la Eucaristía válidamente celebrada todavía "dependa de la decisión surgida en la historia de la Iglesia" de que "solo un hombre que vive el celibato puede ser ordenado sacerdote".
Las firmantes dicen además que el entendimiento actual de la Iglesia cimentó "relaciones de poder desfavorables" que van en contra "del evento de salvación para todas las personas".
Las religiosas recuerdan además que las congregaciones requieren la Eucaristía diaria y eso, ahora con la pandemia del coronavirus, no ha sido posible en algunos casos debido a la escasez de sacerdotes.
El manifiesto también resalta la reforma de algunas celebraciones litúrgicas en su lenguaje para poder "rezar honestamente nosotras mismas". "Algunas oraciones están formuladas de tal manera que muchas de nosotras difícilmente podemos soportar estos textos", dice el texto.
"Deseamos que se preste más atención a esta área eclesiásticamente descuidada pero importante", agregan.
En entrevista con la agencia alemana KNA, la hermana Susanne Schneider, una de las firmantes, dijo que "somos católicas romanas y queremos seguir siéndolo. Queremos, si es posible, cambiar la Iglesia desde dentro. Estamos bien conectados con la Federación de Mujeres, con la Comunidad de Mujeres y con [el grupo de protesta] María 2.0 y queremos contribuir con nuestras experiencias las muchas propuestas de reforma actuales. Hasta ahora, las mujeres religiosas han sido relativamente humildes y silenciosas en muchos temas. Ese tiempo ya ha pasado".
Recientemente el monje benedictino Anselm Grün dijo en una entrevista que "no hay razones teológicas" contra la ordenación de mujeres.
¿Qué enseña la Iglesia Católica sobre el orden sacerdotal?
El Código de Derecho Canónico, la norma que regula a la Iglesia Católica en todo el mundo, señala en el canon 1024 que "solo el varón bautizado recibe válidamente la sagrada ordenación".
En una entrevista concedida a la agencia Reuters en 2018, el Papa Francisco aseguró que la puerta está cerrada para el sacerdocio de mujeres en la Iglesia Católica porque "dogmáticamente no va".
El Santo Padre resaltó que si bien las mujeres deben tener más funciones en la Iglesia, es necesario tener en cuenta que "con el orden sagrado no se puede porque dogmáticamente no va y Juan Pablo II fue claro y cerró la puerta, y yo no vuelvo sobre esto. Era algo serio, no un capricho".
Respondiendo a la pregunta de Reuters sobre lo que le diría a una mujer que "realmente siente el fuerte deseo de convertirse en sacerdote", el Pontífice señaló que "existe la tentación de 'funcionalizar' la reflexión sobre las mujeres en la Iglesia, que deben hacer esto, que tienen que ser esto otro. No, la dimensión de la mujer va más allá de las funciones. Es algo más grande".
En 1994 el Papa San Juan Pablo II escribió la carta apostólica Ordinatio Sacerdotalis sobre la ordenación sacerdotal reservada solo a los hombres.
En ese texto el Papa Wojtyla señala que "la ordenación sacerdotal, mediante la cual se transmite la función confiada por Cristo a sus Apóstoles, de enseñar, santificar y regir a los fieles, desde el principio ha sido reservada siempre en la Iglesia Católica exclusivamente a los hombres".
En ese documento el Pontífice escribió también: "con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos, declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia".