Un proyecto en Costa Rica promueve la adopción espiritual de un niño no nacido, con el fin de orar por los bebés que están en peligro de aborto alrededor del mundo.
Heidy Paniagua, miembro del programa en la Palmera de San Carlos, indicó a ACI Prensa que el proyecto de "Adopción espiritual de un niño no nacido en peligro de aborto" llegó a Costa Rica gracias a la miembro de la Orden Franciscana Seglar, Iris Julieta Ramírez Salas.
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Mientras vivía en Estados Unidos, Ramírez fue parte del aborto de una conocida suya que estaba embarazada y a la cual le diagnosticaron sarampión negro.
"Iris cuenta que ella ayudó a esta madre a encontrar la clínica y el dinero para llevar a cabo el aborto", señaló Paniagua.
Debido a esta experiencia, Ramírez quedó marcada y luego de una confesión empezó a buscar acciones contra el aborto, que la llevaron a encontrar una tarjeta de adopción espiritual donde se veía a Jesús llevando a un niño abortado en sus manos.
"Ella solicitó por medio de una carta las mismas tarjetas a las personas que en ese momento organizaban lo que era la adopción espiritual", resaltó Paniagua.
La respuesta llegó acompañada con más de 200 tarjetas de oración y con cartas de agradecimiento por ser parte del programa.
En declaraciones a ACI Prensa, Ramírez indicó que el primer proyecto que realizó de adopción espiritual fue en la Arquidiócesis de Baltimore (Estados Unidos), y luego, por temas de misión, fue destinada a Costa Rica, donde vivió por 10 años.
Al llegar al país, "pues una de las cosas que tengo en mente es el aborto" indicó. "Entonces encuentro que la compañía internacional Planned Parenthood tenía presencia en Costa Rica", agregó.
Ramírez señaló que es en el 2018, cuando ya en el país se empezaba a hablar sobre el aborto que ella tiene el llamado del Señor para intensificar la lucha provida, y decide convocar a un grupo de personas para poder sacar el proyecto de la adopción espiritual, en base a lo ya realizado en Estados Unidos y el apoyo de material de ACI Prensa.
Es así que el proyecto se forma y actualmente cuenta con un grupo organizador de ocho personas, que ya han realizado dos ediciones del programa desde diciembre de 2018 en la Parroquia San José de Aguas Zarcas, con el permiso y apoyo del párroco P. Juan Miguel y el P. Carlos Muñoz.
Paniagua indicó que el proyecto busca que un grupo de personas adopten "a un niño no nacido de cualquier lugar del mundo para orar por el bebé, por la madre y el padre biológico" y así evitar un aborto.
Para formar parte del programa, las personas interesadas escogen una Misa dominical, al final de la cual reciben un certificado de adopción y una tarjeta de oración, para rezar por el bebé y sus padres biológicos durante nueve meses.
Paniagua señaló que en el certificado se coloca un nombre al bebé, lo que ayuda a las personas a involucrarse más con la causa, a pesar de que posiblemente el bebé no llegue a tener el mismo nombre cuando nazca, pues es muy probable que el niño adoptado espiritualmente sea de otro país.
Al final, después de los 9 meses, "en una Eucaristía, damos gracias a Dios por permitir que estos niños nacieran, que sus padres y madres biológicos dieran un sí a la vida", señaló.
Paniagua resaltó que se les pide a los participantes del programa donar un producto para realizar "un té de canastilla" al finalizar la Misa, con el fin de donar el dinero recaudado a una madre de bajos recursos que acaba de dar a luz a su bebé.
Ramírez indicó que en la primera adopción espiritual tuvieron 112 personas que participaron con sus oraciones del programa, y la bendición de Dios de conocer a uno de los bebés por los que oraron.
Esto sucedió cuando fueron a entregar lo recaudado al final del programa, ahí conocieron a una pareja que había estado pensando en abortar.
"Fue muy impresionante porque la bebé estaba para nacer exactamente en el mes que terminamos la adopción espiritual", señaló.
Ramírez indicó que la madre no era católica, pero a raíz de esta experiencia ha decidido conocer sobre Dios, y desea bautizar a su hija y ella también recibir este sacramento.
Por otro lado, Ramírez agregó que, como parte del programa, en la parte final de la parroquia se instala la "Mesa de la Vida" donde se pone información en una pizarra sobre el desarrollo de un bebé durante los nueve meses e información sobre el aborto, como las leyes que se están tratando de aprobar, historia, entre otros.
"Lo que se quiere es formar a las personas, porque hay mucha confusión sobre lo que es el aborto", agregó.
Finalmente, Paniagua indicó que la idea de la adopción es animar a las personas a rezar por los niños no nacidos, y señaló que "toda oración que puedan hacer de más sería genial, ya sea un Rosario, ofrecer Misas".
"No hay que hacer esto esperando que el Señor nos dé una señal, simplemente estamos llamados a esto", indicó Ramírez. "Yo considero que todas las personas que se unen a esto son conscientemente misioneros por la vida".
Las personas que estén interesadas en conocer más sobre la adopción espiritual y como formar parte del programa pueden ingresar a la página de Facebook AQUÍ.