El P. Diogo Barata, superior de los Padres de Schoenstatt en España, aseguró su compromiso con la realización de una "profunda investigación histórica que nos lleve a conocer toda la verdad", tras las denuncias de abusos de poder y sexual por parte de su fundador, el P. José Kentenich.
En un artículo publicado en el sitio web Schoenstatt.org, el P. Barata señaló que las denuncias recogidas recientemente por la reconocida historiadora italiana Alexandra von Teuffenbach ya habían sido incluidas "desde el principio del proceso de beatificación en la documentación aportada a la Congregación para las Causas de los Santos".
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El 2 de julio, el vaticanista Sandro Magister en su blog Settimo Cielo y el periódico alemán Die Tagespost publicaron un informe de la Dra. Von Teuffenbach, reconocida experta en historia de la Iglesia, que recoge denuncias contra el P. Kentenich que se remontan a mediados del siglo XX.
El P. José Kentenich y su fundación
Nacido en 1885 en Gymnich (Alemania), el P. Kentenich ingresó a la Sociedad del Apostolado Católico (Padres Palotinos) en 1904 y fue ordenado sacerdote seis años después.
El 18 de octubre de 1914, el P. Kentenich funda su movimiento en una capilla en Schoenstatt, Alemania. Según el sitio web oficial del proceso de beatificación, en esa ocasión el sacerdote junto a un grupo de alumnos suyos "sellan una Alianza con María, la 'Alianza de Amor'".
El 1 de octubre de 1926, el P. Kentenich funda el Instituto Secular de las Hermanas de María de Schoenstatt, una comunidad de mujeres que "viven una vida consagrada a Dios en medio del mundo".
Denuncias de abusos
En su investigación, realizada sobre documentos recientemente disponibles gracias a la apertura de los archivos del pontificado de Pío XII, Von Teuffenbach encontró denuncias e investigaciones de abusos de poder y sexual presuntamente cometidos por el P. Kentenich contra integrantes de Hermanas de María de Schoenstatt.
Las denuncias habrían llevado a que en 1951 el P. Kentenich fuera enviado a Estados Unidos y separado de su fundación, en un periodo que en la institución religiosa se conoce como "exilio". No sería hasta 1965, tres años antes de su muerte, que el Vaticano le permitió al sacerdote regresar a Alemania y reunirse con la Familia de Schoenstatt.
Animan una "investigación profunda"
En su artículo, el P. Barata indicó que "el Padre José Kentenich -como es conocido por todos- fue apartado de su obra a raíz de una visitación apostólica en los inicios de los años 50. Al parecer, en el ámbito de esta investigación se produjeron varias denuncias por parte de miembros de la comunidad de las Hermanas de María que habrían sufrido abusos de poder, de conciencia y, en un caso, también abuso sexual".
"Los documentos mencionados en la noticia del Die Tagespost del 1 de julio de 2020, inaccesibles hasta ahora para propios y extraños, pueden ofrecer nuevos datos que enriquecerían el conocimiento sobre este periodo de la vida del fundador", añadió.
El Superior de los Padres de Schoenstatt en España subrayó que este proceso "requiere un tiempo de investigación profunda de los hechos y de dicha documentación, que nos lleve a entender tanto la situación de las personas afectadas como la actuación del Padre Kentenich".
"Que se conozcan otras dimensiones de lo ocurrido en aquellos años solamente puede ser algo bueno. Para el Movimiento y para la Iglesia", aseguró.
El P. Barata explicó que "una parte del itinerario formativo en la preparación al sacerdocio de los Padres de Schoenstatt es precisamente el conocimiento histórico de lo ocurrido en esos conflictivos años del exilio, que fueron motivados por diversas causas".
"Pero, como hemos comprobado, este conocimiento es limitado porque no teníamos acceso a determinada información reservada, ni sobre la vida interna de otras comunidades ni sobre el proceso de beatificación del Padre Kentenich", señaló.
El sacerdote pidió también "disculpas por no haber transmitido a todo el Movimiento todo lo que sabíamos. Nos faltó valor, dada la naturaleza delicada de las informaciones y el respeto a las personas y las comunidades involucradas".
"Entendemos el desconcierto e incertidumbre que se ha producido en toda la Familia de Schoenstatt y también fuera de la misma. En el dolor compartido, estamos convencidos de que acceder a toda la verdad nos permitirá tener un conocimiento más profundo del carisma de nuestro fundador", añadió.
El Superior de los Padres de Schoenstatt en España dijo además que "nuestra mirada providencialista nos anima a la esperanza y nos compromete a una profunda investigación histórica que nos lleve a conocer toda la verdad".
"Nos unimos al Papa Francisco en su tarea de guiar y purificar la Iglesia. E imploramos con María, nuestra Madre y Reina, los dones del Espíritu Santo", concluyó.