Tras el terremoto de 2016 que afectó la zona central de Italia, recientemente se halló intactas y bajo cuatro metros de escombros en la zona central del templo, las campanas de la Basílica de San Benito de Nursia, emblemático templo dedicado a este Patrono de Europa.
Norcia, #Perugia. Ritrovate integre quattro delle cinque campane della Basilica di San Benedetto. Erano sotto quattro metri di macerie del terremoto del 2016. Una quinta è andata distrutta.@TgrUmbria #IoSeguoTgr pic.twitter.com/psF2JfoPN2
- Tgr Rai (@TgrRai) July 2, 2020
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ACI Stampa, agencia en italiano del Grupo ACI, señala que el hallazgo "es un signo de renacimiento y esperanza para la población duramente golpeada por el terremoto de 2016". La noticia la dio la Superintendencia de Bellas Artes de Umbría.
"Hacer resurgir de los escombros las cuatro campanas de la Basílica es una sensación emocionante y buena, símbolo de muchas fatigas", comentan la arquitecta Vanessa Squadroni y el director de los trabajos de reconstrucción, Giuseppe Lacava.
Después de la suspensión de la reconstrucción a causa del coronavirus, en junio se reinició las actividades en la Basílica.
"Seguiremos adelante lo más rápido posible. La comunidad de Nursia y todo el país necesitan signos importantes y pasar cuanto antes a la fase de proyección de la reconstrucción de la Basílica de San Benito", dijo la superintendente Rosamaria Mencarelli.
Un fuerte terremoto de 6.5 grados golpeó el centro de Italia a las 7:41 a.m. del domingo 30 de octubre de 2016, ocasionando grandes daños en diversas localidades de las regiones de Umbría y Marche. También se sintió en Roma, donde afectó levemente a la Basílica San Pablo Extramuros.
El sismo tuvo como epicentro los municipios de Castelsantangelo, Nursia y Perci a 10 kilómetros de profundidad, según informó entonces el Instituto nacional de Geofísica y Vulcanología.
En Nursia, la localidad más afectada, la Basílica de San Benito y la Catedral de Santa María Argentea quedaron totalmente destruidas.
La Basílica de San Benito se construyó entre los siglos XIV y XVI sobre una estructura anterior. Su cripta es una antigua construcción del siglo I donde, según la tradición, vivió el santo.
Pocas horas después del terremoto, los monjes de Nursia, junto con religiosas y vecinos, se congregaron en la plaza situada frente a la Basílica de San Benito para rezar juntos.