En una comunicación telefónica desde Roswell, Nuevo México, el Presidente George Bush prometió a miles de manifestantes pro-vida que impulsará nuevas medidas que protejan la vida desde la concepción, hasta que termine su mandato y en un eventual segundo gobierno.
Bush se dirigió a la multitud congregada ante la Corte Suprema en la Marcha por la Vida, que cada 22 de enero recorre la capital para conmemorar el aniversario de la decisión judicial Roe vs. Wade que permitió en 1971 la legalización del aborto en el país.
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En su mensaje, Bush expresó su aprecio por quienes trabajan a favor de los no nacidos y dijo creer como ellos “en que toda persona, por más frágil o vulnerable, es una bendición”.
“Cada uno tiene una dignidad especial, un lugar y un propósito en el mundo. En la Declaración de Independencia, nuestros fundadores dejaron sentada esta verdad evidente: El derecho a la vida no proviene del gobierno sino del Creador de la Vida”, señaló el mandatario.
Bush recordó las medidas que aprobó o impulsó en su gobierno para promover la defensa de la vida como el veto financiero a los programas que promueven el aborto fuera del país, la prohibición del aborto por nacimiento parcial y la oposición a la destrucción de embriones con fines de investigación.
En alusión a los próximos comicios presidenciales, señaló que “todos sabemos que hay mucho por hacer” y precisó que “esta semana, he propuesto que se duplique el financiamiento federal para los programas de educación en la abstinencia. Seguiremos apoyando centros de ayuda a embarazos en crisis, la adopción, leyes de notificación paternal y el trabajo vital de los grupos religiosos”.
El mandatario prometió trabajar con el Parlamento para aprobar “sin retraso” una efectiva prohibición de la clonación. “Podemos ampliar los límites de la ciencia médica mientras se mantienen los más altos estándares éticos. La vida humana es una creación, no un bien material, y no puede ser usada como material de investigación para experimentos irresponsables”.
Bush pidió recordar que toda la vida es sagrada y merece ser protegida. “Sé que cuando regresen a sus comodidades redoblarán sus esfuerzos para cambiar corazones y mentes persona por persona. Y ésta es la forma en la que construiremos una cultura de la vida duradera, una sociedad compasiva en la que cada niño nazca en una familia que lo ame y sea protegido por la ley”.