Un Obispo en Reino Unido criticó los planes del Gobierno en contra de la preservación del domingo como día descanso, pues afectarían profundamente el bienestar humano en nombre de una posible mejora de la economía afectada por la crisis del coronavirus.
El Obispo de Shrewsbury, Birmingham (Inglaterra), Mons. Mark Davies, instó a los cristianos a pronunciarse en contra de los planes que buscan relajar las leyes comerciales dominicales en el Reino Unido, en el marco de una economía inestable afectada por los efectos de la pandemia de coronavirus.
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En la Misa celebrada el 21 de junio en la Catedral de Shrewsbury, Mons. Mark Davies criticó la intención del Gobierno de levantar el límite actual de seis horas para el comercio dominical. "A medida que salimos del cierre, es lamentable que el Gobierno esté considerando eliminar las protecciones legales restantes del domingo para que sea un día completo de comercio", dijo.
Para el Prelado, cuya diócesis abarca los condados de Shropshire y Cheshire y partes de Merseyside, Derbyshire y Greater Manchester, afirmó que "las propuestas para el comercio dominical sin restricciones podrían incluirse dentro de los planes para reactivar la actividad económica y, por lo tanto, imponer nuevas demandas a los trabajadores de las tiendas y sus familias que nos han apoyado durante esta crisis".
"Cuales sean las ventajas económicas que el Gobierno pueda calcular, la pérdida humana seguramente será mayor si el domingo se convierte en otro día hábil", añadió.
Asimismo, Mons. Davies dijo que eliminar las restricciones comerciales del domingo podría conducir a la degradación de las principales celebraciones cristianas. "Estaríamos descartando la herencia cristiana de un día de descanso compartido y todos los valores humanos que ha implicado la observancia del domingo", señaló.
"En un nivel más profundo, Gran Bretaña estaría descartando un elemento clave de nuestra identidad cristiana porque, por extensión lógica, tanto la Pascua como el día de Navidad podrían tratarse igualmente como simplemente otro día hábil", agregó.
Al respecto, el Prelado observó que si la medida de "degradar el domingo, que es un día de descanso, familia, comunidad, adoración, mejorara marginalmente nuestra economía vacilante, [esta decisión] no estaría justificada, pues conllevaría a un impacto más profundo en el bienestar humano".
En ese sentido, Mons. Davies dijo a los fieles que "este es un momento para que alcemos nuestras voces, para que nuestro domingo cristiano no sea descartado por un juego de manos político".
Mons. Davies hizo llegar su mensaje a través de la transmisión en vivo de la Misa, pues las celebraciones litúrgicas públicas no están permitidas en el Reino Unido por las restricciones impuestas por el Gobierno para contener el coronavirus. No obstante, desde el 15 de junio, se reabrieron las iglesias exclusivamente para la oración privada e individual.
El Gobierno conservador planea flexibilizar las leyes comerciales dominicales como parte de su proyecto de ley de recuperación de coronavirus. Según la Oficina de Estadísticas Nacionales, el Producto Bruto Interno (PBI) mensual del Reino Unido cayó un 20,4% en abril, el primer mes en que por completo se vivió el bloqueo nacional.
El mismo día que Mons. Davies se pronunció en su homilía, el diario británico Daily Telegraph informó que más de 50 miembros conservadores del Parlamento se opusieron al cambio. Dijo que dada la oposición, los planes "parecen estar en problemas".
Según el Centro de Recursos de Coronavirus Johns Hopkins, hasta el 22 de junio, el Reino Unido, que tiene una población de casi 67 millones, ha registrado 42.717 muertes por el virus, el tercer número de muertes más alto del mundo después de Estados Unidos y Brasil.
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente