En una entrevista concedida a la emisora radial colombiana RCN, el Cardenal Alfonso López Trujillo, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, reiteró que los preservativos no ayudan a prevenir el SIDA, y anunció que su dicasterio ha publicado un documento de 44 páginas dirigido a autoridades de salud con información en torno al mito del “sexo seguro”.
El Purpurado colombiano explicó a RCN que el documento propone a los ministerios de Salud de todo el mundo exigir etiquetas en los paquetes de preservativos “en las que se advierta que la protección de los condones contra el SIDA no es total”.
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De acuerdo con el presidente del Consejo Pontificio para la Familia, el texto se enviará a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que adopte las medidas necesarias al respecto “para proteger a la humanidad”.
El Cardenal reveló que en ciertos países la medida ya se viene considerando, como reacción al hecho de que “el mundo está bajo una campaña artificiosa de anticoncepción a ultranza”.
El documento, titulado “Los valores de la familia contra el sexo seguro”, fue redactado por el Dicasterio que preside el Purpurado a solicitud del Papa Juan Pablo II, y “da respuestas a las distintas dudas y a una información, frecuentemente sesgada y superficial, en donde se ve que el problema sigue en pie”.
“El ‘sexo seguro’ no existe, y con las campañas actuales se compromete a niños, a jóvenes en las escuelas, en forma sumamente precipitada y deshonesta”, dijo el Cardenal López Trujillo, al advertir que tales campañas alientan “la promiscuidad, sobre todo de la juventud”, a la que se le infunde la falsa creencia “de que hay ‘sexo seguro’, de que no les va a pasar nada”.
El Purpurado rechazó durante la entrevista las campañas que distribuyen masivamente preservativos entre los jóvenes, y destacó la decisión de la alcaldía de Río de Janeiro (Brasil) de rechazar un proyecto que buscaba enviar preservativos por correo a las mujeres que los pidiesen.
“Esa es una forma superficial y engañosa de tratar el problema, e inclusive mucho más grave de enfrentar el mito de la superpoblación que, está probado hoy por Naciones Unidas, no fue sino un mito con toda clase de mentiras para que la gente lo creyera, pero que no se dio porque las pautas son otras y las expectativas diferentes”.
El Cardenal concluyó señalando que algún día le gustaría “contar lo que pasa en la ONU con el mito de la superpoblación, que está muy unido a todo eso de los condones, porque creen que así también se reduce la población y no sólo el problema del SIDA”.