Frente a las manifestaciones por la muerte de George Floyd, el Arzobispo de Miami (Estados Unidos), Mons. Thomas Wenski, señaló que es necesario que las instituciones busquen el bien común y no se basen en relativismos sociales.
En su columna "Estados Unidos llora. ¿Y ahora, qué?", Mons. Wenski indicó que luego de más 50 años del asesinato de Martin Luther King, Jr., la situación del racismo en Estados Unidos continúa siendo un legado triste para el país, donde la desigualdad social y económica crece por la cultura del uso y descarte, la indiferencia y la pandemia mundial.
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"Cuando nos enfrentamos a una triple crisis -una crisis de salud, una crisis económica y una crisis social-, el caos no puede ser una opción", indicó el Prelado en relación a las manifestaciones por la muerte de George Floyd, varias de las cuales terminaron en disturbios.
Mons. Wenski resaltó que muchas personas de buena voluntad han denunciado la injusticia del asesinato de Floyd, sin embargo, es necesario unir a este reclamo la muerte de aquellos que perdieron la vida "en la violencia que ha plagado" las ciudades a causa de las protestas.
El Prelado indicó que Estados Unidos se encuentra lejos de ser mejor en derechos humanos cuando "la mitad de los embarazos terminan en aborto", la economía y sociedad no ayudan a los jóvenes a comprometerse al matrimonio y las escuelas públicas no logran educar a los niños al nivel necesario.
"Estamos lejos de ser mejores cuando la clase media está desapareciendo, especialmente en los estados de 'sobrevuelo', donde el suicidio y la adicción a las drogas constituyen una crisis de salud que es anterior a la actual pandemia de coronavirus", agregó.
Mons. Wenski indicó que actualmente las instituciones de la sociedad son cuestionadas por permitir la corrupción, la codicia y el abuso de la autoridad y el poder, por dejar de ser posiciones de servicio y convertirse en "instrumentos de beneficio personal".
El Prelado señaló que la sociedad, al quedarse sin timón por las instituciones desacreditadas, cae en el relativismo moral y en la negociación de los principios éticos fundamentales, como el derecho a la vida.
"En vez de una sociedad en que el pueblo goce del poder de sus derechos, terminamos con una sociedad en que solo los poderosos tienen derechos", indicó.
Mons. Wenski resaltó que es necesario mirar más allá de la polarización "que solo nos divide aún más como nación", y buscar que las instituciones promuevan el bien común y trabajen "en beneficio de todos".
"Si la comunidad es la única opción viable, entonces, como nación, debemos volver a comprometernos con verdades comunes 'derivadas de las Leyes de la Naturaleza y del Dios de la Naturaleza', como se expresa elocuentemente en la Declaración de Independencia", agregó.
"Pero hoy, Estados Unidos llora. Que sus lágrimas rieguen un nuevo florecimiento de libertad y justicia para todos", concluyó.
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