Frente a la segunda reunión virtual preparatoria del 28° Foro Económico y Ambiental, la Santa Sede pidió reforzar la lucha contra la corrupción que se puede beneficiar de las medidas tomadas para combatir el avance del coronavirus.
Este 15 de junio, se llevó a cabo la segunda reunión preparatoria del 28° Foro Económico y Ambiental del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) en Austria, que tocará el tema de la prevención y combate a la corrupción a través de la innovación, una mayor transparencia y digitalización.
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En un comunicado emitido por la Misión Permanente de la Santa Sede ante las Organizaciones Internacionales en Viena, el Vaticano agradeció a la Presidencia de la OSCE de Albania y a la Oficina de Coordinación de las Actividades Económicas y Ambientales, por los esfuerzos para realizar la reunión, a pesar de los desafíos que plantea la pandemia.
La Santa Sede indicó que el impacto del coronavirus ha cambiado aspectos de la vida cotidiana a "nivel personal, nacional e internacional", y ha generado una mayor atención a la lucha contra la corrupción.
El Vaticano señaló que la corrupción es "una de las heridas más lacerantes del tejido social", que perjudica la ética y la economía de la sociedad a través de la ilusión de ganancias "rápidas y fáciles" que perjudican a los ciudadanos en general.
La corrupción "perjudica a todos, socava la confianza, eclipsa la transparencia y lleva a dudar de la confiabilidad misma de todo el sistema legal y social", agregó.
La Santa Sede citó las palabras del Papa Francisco, que señala que "la sociedad en su conjunto está llamada a comprometerse concretamente a combatir el cáncer de la corrupción en sus diversas formas".
Además, indicó que el Estado tiene "el deber de operar con transparencia y honestidad" para fortalecer la confianza entre ciudadanos e instituciones, y sancionar el uso irresponsable del bien común.
"El bien común constituye un recurso que debe protegerse en beneficio de todos, especialmente de los más pobres, y ante su uso irresponsable, el Estado debe desempeñar una función de supervisión indispensable y sancionar debidamente la conducta ilegal", agregó.
Asimismo, la Santa Sede resaltó que por la lucha contra la crisis de salud actual y la prioridad de responder ante el avance del COVID-19, existen más "oportunidades potenciales" para la corrupción.
El Vaticano indicó que este desafío puede brindar una oportunidad para buscar "soluciones nuevas e innovadoras", que no sean politizadas o parciales, para combatir la corrupción y "busquen el bien común y el desarrollo humano integral de todos".
Agradecemos "a los organizadores por sus esfuerzos y espera debates exhaustivos e interesantes en las próximas sesiones de trabajo", concluyó.