Los obispos italianos expresaron su preocupación por un nuevo proyecto de ley contra la "homotransfobia" en Italia, señalando que los cambios a la ley son innecesarios y tienen el potencial de introducir el "delito de opinión", que infringiría la libertad de expresión de quienes se oponen a las uniones del mismo sexo.
"Una posible introducción de nuevas normas incriminatorias correría el riesgo de abrirse a la deriva liberticida, de modo que, en lugar de sancionar la discriminación, terminaría golpeando la expresión de una opinión legítima, como lo enseña la experiencia de los sistemas legales de otros países dentro de los cuales reglas similares ya se han introducido", manifestó la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) en un comunicado publicado el 10 de junio.
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Según la CEI, "si se somete a un proceso penal a aquellos que creen que la familia requiere que un padre y una madre sean tales, y no la duplicación de la misma figura, significaría introducir un delito de opinión".
"Esto efectivamente limita la libertad personal, las opciones educativas, la forma de pensar y ser, el ejercicio de la crítica y la disidencia", añade.
El diario italiano La Stampa informó que la respuesta de los obispos se dio después de que cinco diputados oficialistas presentaran el proyecto para modificar los artículos 604-bis y 604-ter del Código Penal, con el fin de endurecer las penas "en materia de violencia o discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género".
Actualmente el proyecto de ley está siendo examinado por la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados y se espera que los textos se voten en julio.
En la protección de la persona en la ley italiana "no solo no hay vacío regulatorio, sino que tampoco hay vacíos que justifiquen la urgencia de nuevas disposiciones", escribieron los obispos al inicio de su mensaje.
En otro punto, el comunicado deja en claro que los obispos no están de acuerdo con "las discriminaciones, incluidas las basadas en la orientación sexual", ya que "constituyen una violación de la dignidad humana que, como tal, siempre debe respetarse en palabras, acciones y legislación".
Asimismo, resaltaron que "los tratos nocivos, amenazas, agresiones, lesiones, acoso escolar", entre otros, "son tantas formas de ataque contra lo sagrado de la vida humana y, por lo tanto, deben contrarrestarse en términos inequívocos".
No obstante, la CEI subraya que, sin embargo, el sistema legal de Italia "ya tenía garantías adecuadas para prevenir y reprimir cualquier comportamiento violento o persecutorio", y alentó la promoción de la educación y el "diálogo".
"Creemos firmemente que, además de aplicar cuidadosamente las disposiciones ya vigentes, primero debemos promover el compromiso educativo en la dirección de la prevención seria, que contribuye a evitar y contrarrestar cualquier ofensa a la persona. No hay necesidad de controversia recíproca o excomunión, sino disponibilidad para una confrontación auténtica e intelectualmente honesta", sostuvieron los obispos.
"En la medida en que este diálogo tenga lugar en libertad, se beneficiarán tanto el respeto a la persona como la democracia del país", concluye el comunicado de la CEI.
Según CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– la crítica de los obispos parecía hacer referencia a demandas por discriminación contra propietarios de negocios en Estados Unidos que se negaron a proporcionar servicios para bodas del mismo sexo, citando la creencia de que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, o que el sexo de nacimiento no se puede cambiar, como fue el caso de un panadero de Colorado.
A fines de abril, la Iglesia italiana ya había criticado al primer ministro Giuseppe Conte por no levantar la prohibición de las Misas públicas.