La Pastoral Social Cáritas de Costa Rica publicó el informe "Panorama de la Acción Social de la Iglesia Católica en Costa Rica en el contexto de la pandemia de la Covid-19", donde muestra los esfuerzos de la Iglesia para ayudar a los necesitados en la crisis actual.
El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de San José y presidente de la Pastoral Social Cáritas, Mons. Daniel Blanco Méndez, presentó el 10 de mayo el informe, que ha sido compartido por la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR).
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Cáritas señala que la investigación busca reflejar la "acción solidaria del pueblo católico" en el país y como esta hace "frente a la grave crisis sanitaria, económica y social" que atraviesa Costa Rica por la pandemia.
"Ante todo, deseamos que no se pierda de vista el rostro de aquellos a quienes servimos desde la Iglesia", indica. "Queremos proclamar que estamos luchando y lo seguiremos haciendo en favor" de las personas más vulnerables.
En el ámbito sanitario, el informe señala que la Iglesia en Costa Rica, a nivel nacional, diocesano y parroquial, ha "sido un ente de apoyo de las medidas impulsadas por las autoridades sanitarias del país".
Cáritas indica que como institución han tenido un impacto en la defensa de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), frente a la presión "para la privatización parcial de los servicios públicos de salud", mediante la creación de un frente para la "preservación y fortalecimiento" del Seguro Social.
Además, el informe indica que Cáritas busca al diseño de un modelo de desarrollo para la "oferta de servicios de salud desde la Economía Social Solidaria", que pueda incluir a las Cooperativas, Asociaciones de Médicos y de Desarrollo Comunal, Fundaciones y sociedades civiles sin fines de lucro.
Este programa "supondría un alivio en la demanda de servicios a la CCSS, a la vez que facilitaría una opción de atención sanitaria a personas que están en el sector laboral informal, sin cobertura del seguro social", señala Cáritas.
Asimismo, el informe resalta la labor de las parroquias en el acompañamiento espiritual del personal de salud y el apoyo a las autoridades, al brindar sus instalaciones para atender a los casos de coronavirus. Así como el apoyo a las personas vulnerables con la elaboración y donación de mascarillas.
Cáritas indica que la ayuda brindada por el Estado no es suficiente para responder a las necesidades de todos los ciudadanos, especialmente en la crisis actual, donde se ha dado un incremento de las personas desempleadas.
Por lo que, a nivel de ayuda a los desamparados, la institución "constituye una gran red de asistencia solidaria para personas en situación de pobreza y, sobre todo, de pobreza extrema".
"La atención asistencial se concentra en ayuda alimentaria, así como, según las posibilidades de cada parroquia, en auxilio para el pago de recibos por servicios (luz y agua), alquiler de casas, becas para estudiantes y atención médica o adquisición de medicamentos", señala el informe.
Cáritas indica que, frente a la dificultad de recolectar dinero por la cancelación de las celebraciones litúrgicas, principal fuente de financiamiento de la Pastoral Social, las parroquias han respondido de manera creativa para lograr conseguir donaciones.
Los grupos parroquiales "han desarrollado iniciativas como la recolección de bienes básicos de subsistencia en especie y nuevas formas para promover la donación en dinero", así como el reparto de víveres a domicilio, señala.
Asimismo, las parroquias se han "incorporado a los comités de emergencias, a través de los cuales está canalizándose la asistencia básica gubernamental para personas en situación de pobreza".
Cáritas destaca también la labor de las diócesis en el enlace de pequeños productores agrícolas con los consumidores, al crear un sistema virtual que permite la distribución a domicilio, así como, el uso del trueque para el abastecimiento de alimentos.
A nivel político, el informe señala que la Pastoral Social participa en la Comisión Consultiva del Consejo Presidencial de Economía Social Solidaria, para la generación de propuestas que permitan la recuperación socioeconómica del país ante el impacto de la pandemia.
Finalmente, indica que la institución trabaja en el desarrollo de una red que enlace a productores, servidores y abastecedores, "para facilitar la colocación de productos y servicios de sectores socioeconómicos vulnerables y brindar empleo en tareas de abastecimiento y distribución local a personas desempleadas".
"Que Dios nos dé fuerza, incremente nuestra fe, robustezca nuestra fe y avive nuestra esperanza para que sea más intensa nuestra caridad y más eficaz nuestro servicio", concluyó.
Informe completo AQUÍ.
