Fue un momento breve, pero de gran carga espiritual y simbólica. Por primera vez, desde el decreto de medidas para evitar la propagación del coronavirus, el Santo Padre saludó desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano y bendijo y saludó a los fieles allí congregados para rezar el Regina Coeli.
La última vez que el Papa bendijo a los fieles en la Plaza fue el 1 de marzo. Después el gobierno italiano decretó el confinamiento de la población y otras medidas destinadas a evitar nuevos contagios de COVID 19 y el Estado de la Ciudad del Vaticano, en coordinación con las autoridades italianas, decretó el cierre de la Plaza de San Pedro.
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Desde entonces, el Santo Padre presidió el rezo del Ángelus y de Regina Coeli, y la Audiencia General de los miércoles, desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, aunque al finalizar se asomaba a la ventana y bendecía una Plaza vacía de gente.
Sin embargo, desde el pasado 20 de mayo la Plaza de San Pedro se ha reabierto al público, por lo que algunos fieles se han reunido, manteniendo la distancia de seguridad, junto al Palacio Apostólico, para rezar con el sucesor de Pedro.
Aunque el Papa presidió el Regina desde la Biblioteca, como en estas últimas semanas, al finalizar se asomó a la ventana. En ese momento, los fieles congregados dieron muestras de gran alegría y las campanas de la Basílica de San Pedro comenzaron a sonar.
Francisco saludó a los presentes con la mano y los bendijo antes de regresar al interior de los apartamentos pontificios.