De acuerdo a una encuesta publicada recientemente, un porcentaje mayor de mexicanos iría "inmediatamente" a Misa que al cine o a eventos deportivos al culminar las restricciones impuestas para prevenir los contagios de coronavirus COVID-19.
Un estudio realizado por la firma PQR Planning Quant reveló que un 32% de quienes asisten a eventos religiosos como Misas, peregrinaciones y retiros querría volver una vez que inicie el proceso de "reactivación de actividades".
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En contraste, solo el 22% de quienes van a eventos deportivos o al parque de diversiones irían de forma inmediata. Al cine solo volvería "inmediatamente" un 14%. Estas actividades serían retomadas en su mayoría a los dos meses del inicio del proceso de reactivación en México.
Un 24% de quienes asisten a eventos sociales, como reuniones familiares o encuentros de amigos, lo haría una vez relajadas las restricciones.
El Gobierno de México anunció el 23 de marzo la "Jornada Nacional de Sana Distancia", alentando a los ciudadanos a mantenerse en su casa y salir solo en situaciones urgentes, en un esfuerzo por disminuir el número de contagios de COVID-19 en el país. Se ordenó además que se mantengan abiertos solo los negocios considerados esenciales.
Días antes, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) recomendó a los obispos del país suspender la celebración pública de la Misa, así como diversas actividades pastorales. Estas medidas fueron prontamente aplicadas en las diversas diócesis del país.
Originalmente programada para culminar el 30 de abril, el Gobierno extendió la Jornada Nacional de Sana Distancia hasta el 31 de mayo. Recientemente se anunció un regreso gradual a las actividades económicas y sociales desde el 18 de mayo en algunos sectores del país.
A mediados de mayo, la CEM publicó sus "Lineamientos generales para la reapertura al culto religioso en tiempo de pandemia", alentando una reapertura gradual del culto público, así como la implementación de diversas medidas de seguridad para prevenir contagios al interior de las iglesias.
En diálogo con ACI Prensa, el P. Mario Arroyo, doctor en Filosofía por la Universidad de la Santa Cruz de Roma y catedrático de la Universidad Panamericana en Ciudad de México, destacó que "esta crisis, esta experiencia tangible de nuestra vulnerabilidad, nos ha llevado a tomar conciencia de nuestra dependencia de Dios, y lógicamente el deseo de volver a Misa es en primerísimo lugar para agradecerle a Dios que estamos vivos".
En segundo lugar, señaló, la gente busca volver a las iglesias "para pedirle a Dios por los que ya partieron, y para pedirle a Dios también por los que están pasando situaciones particularmente difíciles".
El sacerdote mexicano indicó que "todo el mundo tiene claro que no será fácil volver a la normalidad, y que será un proceso. Y por eso, asistir a Misa es pedirle la bendición a Dios para que nos acompañe y no nos suelte, como no nos ha dejado a lo largo de este doloroso proceso".
El alto porcentaje de quienes desean volver pronto a Misa "son señales de esperanza", y aseguró que "la mayor parte de los mexicanos tienen ese deseo de agradecerle a Dios el don de la vida y de gozar nuevamente la posibilidad de entrar en comunión con él a través de la Eucaristía".
"Creo que la pandemia nos ha transmitido una enseñanza muy rica, nos ha recordado el valor de la espiritualidad y la necesidad que tenemos de Dios", señaló, y remarcó que "se vuelve a comprobar como Dios de las cosas malas suele sacar cosas buenas".
Por su parte, el P. José de Jesús Aguilar, subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis de México, recordó que "cuando era niño me gustaba mucho nadar, íbamos con mi papá y mis hermanos constantemente a algunos balnearios, y era tanto nuestro deseo de estar nadando que se nos olvidaba comer. Pero cuando llegaba el momento en que sentíamos tanta hambre teníamos que dejar el aspecto de diversión para ir a uno más importante que era el de alimentarnos".
"Esto nos habla de que ciertamente hay ciertos valores que nos indican que vale más una cosa u otra", dijo, pues "estamos hablando de prioridades".
"En este tiempo de pandemia la gente también ha aprendido a dar prioridades a lo más importante: a su salud que a las salidas, quizás a una cierta austeridad que a un gasto que a veces no tiene sentido", indicó.
El P. Aguilar destacó que "aunque el cine podría ser una gran diversión, en este momento la gente tiene hambre, como cuando yo estaba nadando y me salía de la alberca porque tenía hambre".
Los mexicanos, indicó, "tienen hambre espiritual. No solamente de escuchar la Palabra de Dios, de participar en vivo y de recibir la Eucaristía, la Comunión, sino también de ser parte de la comunidad parroquial a la que pertenecen, porque es maravilloso sentirse parte de una gran comunidad especial".
"Ya vendrá el momento quizás para la diversión, pero cuando se trata de diversión o alimentarse de Dios, estar con la comunidad, creo que la gente tiene bien claros los valores", lo más importante es "darle a Dios lo que Él merece, un agradecimiento y también ofrecerle a Él nuestras acciones de súplica".
"¡Que viva la Santa Misa!", expresó.