El P. Antonio Pérez Hernández, sacerdote de la Arquidiócesis de Tlanepantla (México), compartió recientemente su experiencia de sobrevivir al COVID-19, y aseguró que "Dios actúa en medio de todo este dolor y sufrimiento".
En un video publicado por la Arquidiócesis de Tlanepantla, el P. Pérez Hernández recordó que fue hospitalizado en un centro médico público y le tocó compartir habitación con otros enfermos, algunos de los cuales fallecieron.
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"Cuando estuve en este lugar, llegó un momento en que yo sí sentí como que Dios me podría llamar a su presencia. Y es entonces cuando tú descubres el abandono, el abandono total de decirle al Señor: 'Aquí estoy, si me quieres llamar estoy dispuesto, si me quieres dejar también estoy dispuesto. Solamente te pido que por favor me des la fortaleza para dar la absolución y atender a mis hermanos que están padeciendo la enfermedad igual que yo'".
El sacerdote mexicano calificó su experiencia como "hermosa", pues "sentí la presencia amorosa de Dios, sentí como Dios estaba dándome una libertad plena".
Desde que llegó al hospital, se presentó como sacerdote y dio la absolución a los enfermos que lo requerían.
"Me tocó ver morir a cuatro personas", recordó, pero destacó que tras darles la absolución pudo ver que "estaban confortados, estaban en paz".
El P. Pérez Hernández aseguró que "todos necesitamos a Jesús", incluso "como sacerdote lo necesité. Lo descubrí en Cristo enfermo".
"Entendí el significado del lavatorio de los pies como servicio", destacó.
Fruto de la constante oración, recordó, llegó un momento en que la habitación que compartía con otros enfermos de COVID-19 "se convirtió en un lugar de paz", donde "se sentía la presencia de Dios".
Sin embargo, el sacerdote es claro en lo que se puede ver en los hospitales que atienden a enfermos de coronavirus: "Ese es un campo de guerra, donde hay muchos caídos, donde hay gente que está sufriendo mucho".
Pero en ese ambiente, indicó, hay "personas que se encontraron con Cristo en ese momento, y que me decían cuando me dieron de alta, porque fue de sorpresa el alta, 'padre lo vamos a extrañar, usted nos dio esperanza, usted nos hizo sentir a Cristo en medio de todo esto'".
"Yo les decía: 'Pues Cristo se va a quedar con ustedes. Me voy yo, pero se queda Cristo. Dios no los está dejando solos".
Para el sacerdote mexicano, a través de esta enfermedad "Dios está sanando a nuestros corazones, Dios nos está haciendo ver lo verdaderamente importante".
"Los que estábamos ahí no teníamos contacto con familia. Los que murieron, murieron sin tener un contacto con la familia", recordó, por lo que subrayó la importancia de "valorar la presencia de la familia, valorar a los amigos, valorar la vida".
"Llega un momento en que solamente tienes tu bata, no tienes nada", dijo, pero en ese momento "vives ese abandono de decirle al Señor: 'Señor, te tengo a ti. ¿Qué más quiero si te tengo a ti?'".
El P. Pérez Hernández agradeció también las oraciones que sacerdotes y fieles realizaron por su recuperación, y les pidió "que sigan orando por todos los enfermos de COVID, por los que se han quedado sin empleo".
También animó a rezar "por los médicos, enfermeras, y demás trabajadores de la salud que en verdad están luchando mucho contra esta enfermedad. Y que con los pocos recursos que tienen, y a veces con carencias, hacen maravillas con tal de vencer todo esto".