Ante los intentos del Gobierno de España de tramitar durante el estado de alarma la reforma a la ley de educación, que afectaría el derecho de los padres a elegir la escuela para sus hijos, el Obispo de Getafe aseguró que el país merece una ley "que nos ofrezca un hombre y una sociedad mejores" y no la que están tramitando en el Congreso de los diputados.
El Gobierno de España, presidido por Pedro Sánchez, líder del PSOE; en coalición con Podemos, pretenden acelerar la tramitación de la Ley de Modificación de la Ley Orgánica de Educación conocida por sus siglas LOMLOE o también como Ley Celaá, por la actual ministra de educación y principal impulsora de su reforma.
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Esta nueva ley de Educación introduce algunas modificaciones a la legislación vigente que dificulta el derecho de elección por parte de los padres sobre el tipo de educación que quieren para sus hijos, lo que repercute también en el funcionamiento de los centros concertados, y pone en peligro su continuidad.
En un comunicado, la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) precisa que "el Gobierno y los partidos que lo sustentan mantienen su intención de acelerar la tramitación de la LOMLOE, en un momento en el que la pandemia de COVID 19 sustrae a la comunidad educativa el sano y democrático debate que debe acompañar a la aprobación de toda ley, especialmente en un asunto tan importante como el educativo".
El Obispo de Getafe, Madrid (España), Mons. Ginés García Beltrán, publicó una carta titulada 'Una ley de educación en tiempo del coronavirus', en donde aseguró que esta reforma educativa nace sin "vocación de futuro".
"Es una pena que España inaugure una ley nueva de educación cada vez que hay un cambio de Gobierno. Nos merecemos algo más, nos merecemos una ley de educación que nos ofrezca un hombre y una sociedad mejores" y no la que se está tramitando en el Congreso de los Diputados durante este estado de alarma en el que se encuentra España.
Mons. García Beltrán subrayó que "no es éste el momento más apropiado para legislar sobre un tema tan importante como la educación, un asunto que, desgraciadamente, en España ha sido en los últimos tiempos materia de debate y disenso".
Y recordó la importancia que tiene la familia en la educación: "¿Quién tiene el derecho y la obligación de procurar la educación? Sin duda que, en primer lugar, los padres".
"Son los padres los que han de dar a los hijos la educación que en conciencia crean que han de darles, y lo hacen en casa y fuera de ella. Las otras instancias sociales también tienen esa obligación, pero siempre en subsidiariedad con respecto a ellos. Pretender sustituir a los padres en esta tarea no es propio de un Estado, y menos de un Estado democrático", insistió el Prelado.
También destacó la necesidad de que los colegios concertados puedan tener las mismas posibilidades que los públicos para garantizar, en igualdad de condiciones, el acceso a una educación de calidad por parte de las familias.
"¿Es lo mismo social que estatal? ¿No es social la iniciativa privada? El Estado ha de proteger y apoyar las iniciativas sociales que contribuyen al bien de la persona y al bien común. No se entiende que los colegios de iniciativa social o concertados no puedan tener las mismas posibilidades que los llamados públicos cuando así lo quieren sus padres por las razones que sean. Todos son ciudadanos y a todos hay que respetar el derecho de elegir la educación para sus hijos", aseguró Mons. García Beltrán.
También recordó la importancia de que en un Estado democrático se pueda elegir la asignatura de Religión. "La educación configura a toda la persona, también su dimensión trascendente. Querer negar lo trascendente en el hombre es cerrar los ojos al propio corazón, a la realidad y a la misma historia. Negar hoy la educación religiosa a los niños y a los jóvenes es un hecho trasnochado. Para los creyentes, es una necesidad básica; para los no creyentes, respetar esta opción libre de los que lo somos, es una exigencia de la libertad, de la justicia y del respeto al otro", expresó.