Mons. Enrique Díaz Díaz, Obispo de Irapuato y responsable de la Dimensión de Educación y Cultura de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), expresó el "asombro, gratitud y cercanía" de la Iglesia con los docentes del país, con ocasión de la celebración Día del Maestro este 15 de mayo.
La celebración del Día del Maestro el 15 de mayo fue instituida en 1917 por el entonces presidente Venustiano Carranza. La fecha coincidía, en el antiguo calendario litúrgico, con la fiesta de San Juan Bautista de La Salle, reconocido educador a quien el Papa Pío XII nombró patrono de los maestros en 1950.
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En su mensaje publicado este 15 de mayo, Mons. Díaz Díaz destacó que en medio de la pandemia de coronavirus COVID-19, que ha ocasionado una serie de restricciones para prevenir el contagio de la enfermedad, entre ellas la suspensión de clases presenciales, los maestros "más allá́ de los límites, han puesto todo su talento y recursos para seguir atendiendo a la población estudiantil".
"Hemos comprobado que además de hacer un esfuerzo administrativo y pedagógico, han logrado, en muchas ocasiones, generar un puente de comunicación cercano con directivos y padres de familia", añadió.
El responsable de la Dimensión de Educación y Cultura de la CEM reconoció que la pandemia "nos ha sacudido, y ha desvelado muchas carencias no solo materiales, sino también espirituales. Por supuesto, también ha revelado muchas fortalezas y la connatural generosidad que hay en el corazón humano".
"En muchos casos, he podido constatar que ha prevalecido la grandeza de la vocación magisterial", señaló.
El Prelado mexicano subrayó que "hoy, nuestra atención máxima debe ser la atención a las cuestiones profundamente humanas: el valor de la vida, de la verdad y del bien, del verdadero servicio, del manejo de los afectos, la sana convivencia, la construcción de bien común, la equidad y la experiencia de una verdadera libertad con responsabilidad".
"Como ha señalado el Papa Francisco, debemos aprender a vivir, comprendiéndonos, en una misma barca, nuestra casa común, e impulsando una ética del cuidado solidario".
Mons. Díaz Díaz hizo un llamado a todos los maestros "a renovar su vocación, con sus esfuerzos particulares en el contacto con cada niño o niña, adolescente o joven".
"Ustedes son protagonistas insustituibles de la educación formal, en cada espacio social", aseguró.