Un Obispo en Kenia criticó la supuesta noticia de que potenciales medicamentos y vacunas contra el COVID-19 serían probados en kenianos, pues atentaría contra la dignidad de los ciudadanos y la Constitución. Además, pidió transparencia y garantías de seguridad al Gobierno.
"Los medios de comunicación han estado difundiendo muchos mensajes y videos sobre las intenciones de las agencias de investigación extranjeras de venir a Kenia para probar algunas vacunas y medicamentos contra el coronavirus", señaló Mons. James Maria Wainaina, Obispo de la Diócesis de Muranga, el 7 de mayo.
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Para el Prelado de 63 años, la publicación en primera plana del 5 de mayo del Daily Nation, el diario de mayor circulación en el país, parece confirmar lo difundido en los "muchos mensajes y videos" circulantes. La noticia afirmó que "investigadores locales que participan en un estudio internacional buscan la aprobación final de las agencias para probar tres medicamentos en los kenianos".
Esa noticia causa preocupación en los ciudadanos, incluido Mons. Wainaina, quien cuestiona la razón detrás de la elección de Kenia para realizar las pruebas en humanos, porque el número de kenianos contagiados con el virus es desproporcionado en relación con el resto de países del mundo, incluso comparado a otros países de África.
"Kenia no es el país más golpeado por el virus de África y en el mundo", señaló el Prelado. "Uno se pregunta sobre la sabiduría de elegir Kenia como el lugar para realizar las pruebas en humanos de las vacunas y medicamentos contra el COVID-19", añadió.
A saber, el 7 de mayo Kenia registró 607 casos de COVID-19, que incluyen 197 pacientes recuperados y 29 fallecidos; y en África habían cerda de 49,155 infectados, que incluyen a más de 16.320 recuperados. En contraste, en el resto del mundo habían 3,84 millones de casos confirmados y al menos 1,28 millones de personas recuperadas.
En segundo lugar, el Prelado cuestiona la falta de transparencia, y en caso la información circulante sea cierta, sostiene que el intento de utilizar a los kenianos para estas pruebas equivale a una violación de la nueva dispensación constitucional que demanda la participación pública en este asunto, entre otros requisitos.
"El hecho de que este asunto circulara en los medios de comunicación y que el Gobierno de Kenia no lo aborde abiertamente deja al público con más preguntas que respuestas" en relación a la veracidad de la noticia, señaló el Prelado.
Loice Achieng Ombajo, investigadora principal del estudio señalado por Daily Nation, dijo que las presentaciones de su equipo han sido aprobadas por el Comité de Ética y ahora esperan la aprobación final de la Comisión de Farmacia y Tóxicos y del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (NACOSTI).
"Si las dos agencias de investigación mencionadas en el diario Daily Nation ya obtuvieron una aprobación inicial, sería importante que el Gobierno le diga a los kenianos cómo obtuvieron las aprobaciones", señaló Mons. Wainaina. "En el espíritu de nuestra Constitución, ¿hubo participación pública o aprobación del Parlamento?", preguntó.
En tercer lugar, el Prelado advirtió que los supuestos planes socavan la dignidad de los kenianos, pues "las vacunas o medicamentos pueden tener efectos secundarios en el ciudadano". Por ello, señaló que "todo debe hacerse con la máxima apertura, y las pruebas no deben llevarse a cabo en ciudadanos desprevenidos".
"Dado que la pandemia del COVID-19 es un asunto grave, de ninguna manera debe utilizarse para comprometer los derechos y la dignidad de los ciudadanos…debemos estar convencidos de la seguridad de los mismos y la preservación de la dignidad de los ciudadanos", advirtió Mons. Wainaina.
Asimismo, el Prelado advirtió que estos planes podrían indicar tendencias oportunistas por parte de agencias extranjeras que se aprovechan de los "pobres" al sobornarlos para someterse a investigaciones en humanos de forma poco ética.
"La 'Gloria de Kenya' que cantamos en nuestro Himno Nacional implica que los kenianos merecen respeto", dijo Mons. Wainaina. "La pobreza, hay que decirlo, o la enfermedad no quita la dignidad de una persona. Sin embargo, la dignidad de los pobres debe ser protegida", añadió.
Al respecto, el Prelado instó a que todos permanezcan "vigilantes a las insurgencias extranjeras, incluidas las agencias de investigación que planean venir y atraer con dinero a los kenianos pobres e infundir miedo a la enfermedad para que las personas acepten someterse a ensayos de tales vacunas y medicamentos".
Mons. Wainaina, quien es obispo desde junio de 2009, "instó a las autoridades kenianas respectivas a que tomen las medidas necesarias, incluso negar la entrada al país a dichas agencias para llevar a cabo pruebas de vacunas y medicamentos hasta que la seguridad de los kenianos sea garantizada".
En ese sentido, suplicó al presidente de Kenia Uhuro Kenyatta "que no permita ninguna práctica médica, ya sea por parte de agencias locales o extranjeras, que comprometa la dignidad de los ciudadanos de Kenia".
Por su parte, el presidente Kenyatta en un inicio desestimó la noticia que afirma que los científicos del Reino Unido están considerando probar una vacuna para COVID-19 en Kenia, después de que Fergus Walsh, el corresponsal médico de la BBC, lo afirmara en una entrevista.
Refiriéndose al equipo de científicos de Oxford detrás de la posible vacuna COVID-19, Walsh le dijo a la BBC en abril: "Si ellos no obtienen pronto y rápido resultados del Reino Unido, están considerando realizar pruebas en Kenia, donde la epidemia de coronavirus estará en aumento".
El 24 de abril, Rashid Aman, Jefe de Secretarios Administrativos (CAS) del Ministerio de Salud de Kenia, negó conocer los planes para llevar a cabo pruebas de posibles vacunas en humanos en el país.
"Hay quienes dicen que se están realizando investigaciones en las que los kenianos están siendo utilizados como conejillos de Indias para las pruebas de vacunas; no hay verdad en esas alegaciones", dijo Kenyatta en un discurso televisado a la nación el 25 de abril.
Sin embargo, el presidente de Kenia también señaló que el "Instituto de Investigación Médica de Kenia (KEMRI) y el Instituto de Investigación de Primates están involucrados en un esfuerzo global para tratar de encontrar una vacuna".
Finalmente, Kenyatta anunció que "una vez que hayamos encontrado un área donde esta vacuna se pueda probar en humanos, se los haremos saber" y aseguró que "nada se mantendrá en la oscuridad".
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en ACI África.