Una historia compartida por el diario ABC relata cómo un grupo de laicos se organizó para comprar todos los productos que las monjas benedictinas de Oviedo (España) no pudieron vender para la Semana Santa debido a la pandemia de coronavirus.
En su reportaje "Una ciudad movilizada para ayudar a las monjas" publicado el 9 de mayo, el medio español cuenta que un vecino, al comunicar a través de un grupo de WhatsApp –de 33 personas– que las religiosas estaban punto de perder su fuente de subsistencia, provocó "colas espontáneas en Oviedo para comprar el excedente de pastas" preparadas en el Monasterio de San Pelayo.
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El mensaje de WhatsApp fue el siguiente: "Buenas tardes. Perdón de antemano por este mensaje; ya sé que no es su sitio, pero en fin. Se trata de la comunidad benedictina conocida como las Pelayas. Una de sus actividades para subsistir es la repostería. No han podido vender nada y tienen un montón de pastas de las que se van a tener que deshacer. Me llamaron para ver a quién podrían donar estas pastas. Antes de que lo hagan, si alguien quisiera regalar unas pastas a alguien, o a sí misma, tiene la oportunidad de comprarlas en el monasterio de 9 a 2 y de 4 a 6:30. Lo podéis decir a vuestras amistades. Les vendría muy bien a las hermanas".
Tras informar la situación se "despertó una veloz ola de solidaridad" que fue expandiéndose entre familiares y amigos, apunta ABC.
"Los ovetenses empezaron a desplazarse en masa a las Pelayas para echar una mano y, ya de paso, degustar la magnífica repostería. Colas de gente en torno al monasterio. Esa misma noche, no quedaba una sola pasta y el problema pasaba a ser el contrario: había que satisfacer la demanda generada", continúa el artículo.
Prontamente, alguien con fuentes directas en el monasterio le comunicó a las hermanas que debían seguir produciendo, lo que finalmente sucedió.
"Y así fue como las monjas, que empezaban ya a donar las pastas, se encontraron repentinamente con la iniciativa de un vecino y el calor de la ciudad", relata ABC.
"Esta es una historia real, en la que los protagonistas actúan con espontánea generosidad, las redes sociales se utilizan para unir y en el que los vecinos de una ciudad agradecen la labor de unas monjas que son parte de su comunidad desde tiempos inmemoriales. Es la solidaridad en los tiempos del virus. Y sucedió, sobre todo, por lo que indicaba un último mensaje a modo de colofón: 'En Oviedo se aprecia a las Pelayas'", concluye el reportaje.
El Monasterio de San Pelayo, situado en la ciudad de Oviedo, en el Principado de Asturias, alberga a la comunidad religiosas desde el siglo X (año 994), tiempo en el que fueron recibidas las reliquias de San Pelayo, mártir.
Entre las actividades que realizan las monjas se encuentra la encuadernación y restauración de libros, y desde el 2016 empezaron a producir pastas artesanales para generar ingresos.