El sacerdote de la Arquidiócesis de Resistencia (Argentina), P. Sandro Zacarías compartió su experiencia y aprendizaje tras recuperarse del COVID-19 y expresó que con Dios nunca se sintió solo.

El P. Zacarías permanecía aislado desde el 14 de marzo, día en que sintió los primeros síntomas y que luego fueron confirmados mediante exámenes.

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Durante los días de aislamiento el sacerdote se aferró a la fe y dejó de lado las redes sociales para dedicarse por completo a la oración. 

El pastor de la parroquia Santísima Trinidad volvió a sus funciones pastorales tras recibir el alta el domingo 13 de abril, luego de recibir tratamiento y obtener dos muestras negativas al coronavirus COVID-19.

En conversación con Radio María Argentina, expresó que sintió "mucho miedo" al saber el diagnóstico y le hizo "pensar muchísimas cosas de su vida". 

Asimismo, el P. Zacarías dijo que sintió "mucha discriminación". Fue un tiempo que ha mostrado "la madurez del ser humano y la miseria de las personas", "muy doloroso", incluso cuando en Domingo de Ramos se publicó una noticia sobre su muerte, lo que tuvo que desmentir.

El P. Zacarías también explicó que en su vida tiene muy presente a Santo Cura Brochero, por su ejemplo de vida espiritual y de caridad. En este tiempo "le pedía mucho a Cura Brochero que me diera mucha fortaleza".

También "le he pedido a Dios que me haga buena gente" y tratando de "poner todo en manos de Dios y como decía Don Orione: 'Ave María y adelante'", reflexionó. 

"A pesar de estar aislado tenía mucha compañía de mi gente, de mis hermanos, de mi familia y de mi familia de comunidad que nunca hizo que me faltara nada", sobre todo agradeció al P. Rafael que lo acompañó en su enfermedad.

"Dios no soltó nunca mi mano de lado de mis hermanos. Como no darle gracias a Dios. Porque en el miedo, en el dolor Dios no te hace sentir nunca, ni solo, ni desamparado porque la Providencia de Dios se manifiesta de una y mil maneras y ahora estoy mucho más agradecido y con mucho más amor a Dios todavía", relató emocionado.