La Conferencia Episcopal Ecuatoriana anunció este 5 de mayo nuevos avances en el protocolo para la reapertura de templos en el país, que se viene trabajando junto con las autoridades locales.
Ecuador es uno de los países más golpeados por el coronavirus en Latinoamérica, presentando más de 31 mil casos confirmados de COVID-19 y 1.569 muertos por la enfermedad, según señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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El Gobierno del país decidió a mediados de abril categorizar sus provincias a través del "semáforo", donde se clasifica de rojo las ciudades con más contagios, y de verde o amarillo los que no registran incrementos significativos.
Además, se anunció una transición paulatina del aislamiento al distanciamiento social, a partir del 4 de mayo.
En un comunicado, los obispos indicaron que las iglesias se irán abriendo de acuerdo a la "semaforización del país" a nivel provincial, parroquial y con el permiso de las autoridades locales.
La reapertura se dará en dos fases, siendo la primera a partir de los últimos días de mayo para aquellas provincias que se encuentren en semáforo rojo o amarillo. En esta fase solamente se permitirá el ingreso a los templos para orar, con aforo controlado, desinfección en las entradas, y un tiempo de oración de 20 minutos por persona.
La distancia de 1,5 metros debe ser respetada y las bancas de las iglesias deben estar debidamente marcadas, indicó la conferencia episcopal.
Además, la Confesión se realizará en un lugar del templo que sea amplio, donde siguiendo las mismas medidas de aforo, desinfección y distanciamiento social, los sacerdotes podrán dar el sacramento con los "protocolos de bioseguridad" necesarios.
En el caso de las provincias con semáforo amarillo o verde, podrán realizar su apertura al público a partir de junio, siguiendo el mismo protocolo para la oración y la confesión.
Asimismo, en esta segunda fase, a pesar de no realizarse Misas públicas, se podrá dar la Comunión a los fieles que lo soliciten, en un ambiente controlado, con la desinfección necesaria y el correcto distanciamiento social.
Los protocolos de bioseguridad "incluyen utilización de guantes y desinfección de manos", agregaron los obispos.
El Episcopado resaltó la importancia de la Misa dominical para los católicos, pero pidió a los fieles continuar participando de la celebración Eucarística por medios virtuales.
"Ratificamos nuestro pedido a los fieles de precautelar la salud como bien fundamental" indicó.
Los obispos agregaron que los fieles mayores de 60 años, niños hasta los 12 años y personas con enfermedades preexistentes "no podrá asistir a ninguna de las fases por el momento".
Finalmente, indicaron que en ambas fases no habrá Misas, procesiones ni cualquier otro acto de fe masivo, así como las actividades parroquiales hasta nuevo aviso.
"Este camino exige, de parte de todos, un alto grado de responsabilidad y disciplina", subrayaron. "Volveremos a nuestro Templo, a nuestra casa, con responsabilidad", concluyeron.