En medio de la pandemia causada por el nuevo coronavirus, el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil invalidó la Ley 1.516/2015 del Municipio de Novo Gama (estado de Goiás), que prohibía la presencia de temas relacionados con la ideología de género en el material didáctico del sistema escolar público.
En una sesión virtual, el plenario siguió el voto del relator, el ministro Alexandre de Moraes, quien equiparó la ausencia de esta ideología en los libros de texto "con la imposición del silencio, la censura y, más ampliamente, el oscurantismo como estrategias discursivas dominantes, con el fin de debilitar aún más el límite entre la heteronormatividad y la homofobia".
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Según el sitio web oficial de la STF, "la Plenaria del Supremo Tribunal Federal declaró inconstitucional la Ley 1.516/2015 de la Municipalidad de Novo Gama, que prohíbe el uso de material didáctico en las escuelas públicas municipales que contiene lo que llama 'ideología de género'".
"Los ministros respaldaron el mandato preliminar otorgado en febrero de este año por el relator, el ministro Alexandre de Moraes, ya que consideran que corresponde a la Unión [NdR: Gobierno Nacional Central de Brasil] emitir normas que aborden los planes y programa de estudios, la metodología de enseñanza o cómo ejercer la actividad docente", completa la nota en el sitio web oficial de la STF.
Según el ministro Alexandre de Moraes, "la jurisprudencia de la STF reconoce la competencia privada de la Unión para emitir normas generales sobre educación y la competencia competitiva de los estados para complementar la legislación federal".
Por su parte, los expertos en legislación y temas de vida y familia criticaron la decisión del Tribunal por haberse tomado en un momento inoportuno debido a la crisis de salud, ya que la situación actual favorece el amplio debate y la divulgación necesaria del tema.
Este es el caso del profesor de derecho de la Universidad Federal de Pernambuco, Roberto Wanderley Nogueira, quien dio su testimonio: "En 2004, cuando dos de mis cinco hijos tenían 8 y 9 años, me dijeron que la escuela donde estudiaban les enseñaba cómo colocarse un condón de manera segura, promoviendo una cultura de vida sexual libertina que no admito a mis hijos. En el acto, los saqué de la escuela y los inscribí en una escuela católica".
"Considero brutal, incluso tonto, imponer a los niños una costumbre pagana, que a menudo induce violencia, contra los deseos de los padres que dirigen la familia", informó Nogueira.
El abogado también recordó que el Estado existe para la familia y no la familia para el Estado.
"La ciencia y la fe van juntas y no les causa extrañeza. La Iglesia Católica ha instituido universidades y ha cultivado la ciencia por más de 2.000 años", agregó.
En Brasil existe un programa llamado "Escola sem Partido", que se define como una iniciativa que busca asegurar que el maestro no se aproveche de la audiencia cautiva de los estudiantes, para promover sus propios intereses, opiniones, concepciones o preferencias ideológicas, religiosas, morales, políticas y de partido, y que respetará el derecho de los niños a recibir educación religiosa y moral que esté de acuerdo con las convicciones de sus familias, no del Estado.
Este programa también acoge con beneplácito los informes de abuso o adoctrinamiento unilateral, prejuicioso o sesgado de cuestiones políticas y sociales en el aula, buscando evitar una atmósfera de intimidación que sea incompatible con la búsqueda de conocimiento en las escuelas brasileñas.
