Un hombre que confesó haber asesinado al seminarista nigeriano Michael Nnadi dijo en una reciente entrevista que lo mató porque no dejaba de anunciar la fe cristiana en cautiverio.
Mustapha Mohammed, actualmente encarcelado, dio una entrevista telefónica al periódico nigeriano Daily Sun el 1 de mayo, confesando que asesinó al seminarista, de 18 años, porque "siguió predicando el Evangelio de Jesucristo" a sus captores.
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De acuerdo al periódico nigeriano, Mustapha elogió la "sobresaliente valentía" de Nnadi, y señaló que el seminarista le dijo que deje el camino del mal o perecería.
Nnadi fue secuestrado por hombres armados en el Seminario Good Shepherd (Buen Pastor) en Kaduna el 8 de enero de este año, junto a otros tres seminaristas.
El seminario, hogar de alrededor de 270 seminaristas, se ubica cerca de la vía expresa de Abuja-Kaduna-Zaria. De acuerdo a la agencia AFP, la zona es "conocida por las bandas criminales que secuestran a viajeros por rescates".
Mustapha, de 26 años, se identificó como el líder de una pandilla de 45 miembros, que acechaban en la carretera. La entrevista la dio desde una cárcel en la localidad nigeriana de Abuja, donde se encuentra en custodia policial.
En la noche del secuestro, los hombres armados, vestidos con camuflaje militar, irrumpieron en el seminario y abrieron fuego, robando ordenadores portátiles y teléfonos antes de secuestrar a los cuatro seminaristas.
Diez días despues del secuestro, uno de los cuatro seminaristas fue encontrado a un lado de la carretera, vivo pero gravemente herido. El 31 de enero, en el Seminario Good Shepherd anunciaron que otros dos seminaristas fueron liberados, pero Nnadi siguió desaparecido y se presumía que seguía secuestrado.
El 1 de febrero, Mons. Matthew Hassan Kukah, de la Diócesis de Sokoto (Nigeria), anunció que Nnadi había sido asesinado.
De acuerdo al periódico nigeriano, desde "el primer día en que Nnadi fue secuestrado junto a sus otros tres compañeros, no le permitió (a Mustapha) tener paz", porque insistía en predicarle el Evangelio.
A Mustapha "no le gustó la confianza mostrada por el joven y decidió darle una muerte temprana".
El asesinato de Nnadi es parte de una serie de ataques contra cristianos en el país en los últimos meses.
El Arzobispo de Abuja, Mons. Ignatius Kaigama, exigió al presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, que afronte la violencia y secuestros contra cristianos en el país, en una homilía de una Misa celebrada el 1 de marzo.
"Necesitamos tener acceso a nuestros líderes; presidente, vicepresidente. Necesitamos trabajar juntos para erradicar la pobreza, los asesinatos, el mal gobierno y todo tipo de desafíos que enfrentamos como nación", dijo Mons. Kaigama.
En una carta difundida en Miércoles de Ceniza, Mons. Augustine Obiora Akubeze, Arzobispo de Benin, pidió a los católicos que se vistan de negro en solidaridad con las víctimas y recen, como respuesta las "repetidas" ejecuciones de cristianos a manos del grupo terrorista islámico Boko Haram y los "incesantes" secuestros "vinculados a los mismos grupos".
Otros pueblos cristianos han sido atacados, granjas han sido incendiadas, y hombres y mujeres han sido secuestrados y asesinados. Mujeres han sido tomadas como esclavas sexuales y torturadas, en lo que el Prelado consideró un "patrón" de ataque a cristianos.
El 27 de febrero, el embajador en general de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, Sam Brownback, dijo a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI, que la situación en Nigeria estaba empeorando.
"Hay muchas personas asesinadas en Nigeria, y tememos que esto se va a extender mucho en esa región", dijo. "Es algo que realmente ha saltado en las pantallas de mi radar en el último par de años, pero particularmente el año pasado".
Brownback señaló que el gobierno nigeriano podría "hacer más", pues "no están llevando a estas personas a la justicia".
"No parecen tener el sentido de urgencia para actuar", criticó.
Traducido y adaptado por David Ramos. Publicado originalmente en ACI África.