Los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social Cáritas de Venezuela felicitaron a los trabajadores en su día, este 1 de mayo, alertaron sobre la grave situación laboral actual en el país en medio de la crisis que se agrava por el coronavirus y exhortaron al gobierno a asegurar la producción nacional y la distribución de alimentos, entre otros.

"Esta jornada está asociada a la festividad de San José Obrero que la Iglesia Católica celebra en este día, con la motivación de orar con y por los trabajadores, por sus familias y por el mundo del trabajo", indicaron los prelados venezolanos en su mensaje.

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"Queremos felicitar, a pesar de la situación actual debido a la crisis global y la pandemia presente en el país, a todos los trabajadores y trabajadoras en su día, a los que dependen de la economía informal, a los que desde su casa deben hacer esfuerzos importantes para seguir trabajando, a los que se arriesgan a trabajar invirtiendo en medio de condiciones adversas, a los que a pesar de la pandemia deben llegar a sus puestos de trabajo, sorteando la deficiencias de los servicios de transporte, de luz, de internet, de gasolina y otros mínimos servicios indispensables para su labor", resaltaron.

Los obispos de Venezuela también indicaron que acompañan "a los que han perdido su trabajo en medio de esta terrible crisis. Todos son un testimonio silencioso de valores, que como sociedad debemos valorar escuchando sus clamores con la esperanza de darles respuesta".

Tras enviar un saludo especial al personal de salud y los que buscan mantener la marcha del país en medio de la pandemia del coronavirus, los prelados expresaron su preocupación porque "se ha instalado en el país condiciones que desvalorizan el trabajo como medio para la superación y el sustento de la vida de los venezolanos".

"Las fuentes de empleo en condiciones dignas han sido reducidas, afectando la capacidad de la sociedad de producir "su pan de cada día" pero también de entregar a las nuevas generaciones una cultura y una ética laboral orientada a la perseverancia, la excelencia, la solidaridad y al logro", prosiguen.

Lamentablemente, indicaron los obispos, "el trabajo precario ha aumentado en todo el país. Para muchos la opción de sobrevivir es meterse en la rápida y perversa cadena de especulación que los condena a ellos y a sus hermanos al sufrimiento presente o futuro".

Asimismo, "los más pobres se ven obligados a tener que resignarse a aceptar cualquier cosa como pago de tareas de sobrevivencia, lo que se agrava hoy día con la presencia de la pandemia en nuestras localidades, que tiene que ver con la calidad de vida personal y de sus familias, particularmente cuando se trata de los ingresos para los trabajadores informales que desde su casa no pueden producir bienes".

Luego de reconocer el trabajo de los empresarios que siguen invirtiendo, los obispos alentaron al gobierno del presidente Nicolás Maduro a que "incentive la producción nacional y distribución de alimentos, de bienes, asegurando lo necesario para la producción y el intercambio comercial, tales como el combustible para todo el movimiento económico del país, la seguridad jurídica para las inversiones y el diálogo con el mundo del trabajo; si esto no se genera en corto plazo, las consecuencias serán más dolorosas que en años anteriores".

"En medio de esta grave crisis económica, política, que se profundiza por la pandemia, debemos ser conscientes que nos necesitamos todos y de esto debemos salir todos juntos y muy unidos; como bien lo ha dicho el Papa Francisco", resaltaron.

"Que San José Obrero junto con María y Jesús, la familia de Nazareth, bendigan a todos los trabajadores y trabajadoras de nuestro querido país", concluyeron.

Mensaje del presidente del Episcopado venezolano

De otro lado, el Arzobispo de Maracaibo y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Mons. José Luis Azuaje, también felicitó a los trabajadores en su día.

"Conmemoramos 134 años del inicio de una huelga que cambiaría la historia del mundo del trabajo logrando, a costa de sangre y sufrimiento, una jornada laboral de ocho horas que dignificaba a la persona humana poniéndola por encima del producto de la hechura de sus manos", dijo el Prelado en su mensaje de este 1 de mayo.

"En nuestro país esas luchas no han terminado en medio de una crisis sistémica que genera injusticia en el mundo laboral formal e informal, con precarias condiciones remunerativas y de seguridad social", prosiguió.

El Arzobispo resaltó que este es "un día de reclamo al Estado y a los entes económicos para que diseñen políticas públicas laborales y salariales que dignifiquen a la persona y hagan posible el desarrollo humano integral, detengan la inflación y asuman el trabajo humano como clave de la cuestión social".

"Que San José Obrero, patrono de los trabajadores, interceda a Dios por cada uno de ustedes y por sus familias, para que con el esfuerzo de todos se logren mejores condiciones laborales, una efectiva seguridad social con una digna remuneración y una ferviente solidaridad con los que se encuentran desempleados", concluyó.