La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) solicitó al gobierno de Mario Abdo incluir "los actos de culto y la congregación de fieles" durante el levantamiento progresivo de la cuarentena por el coronavirus COVID-19.
A partir del 4 de mayo, Paraguay levantará en forma gradual la cuarentena que regía desde el 10 de marzo. Solo funcionaban servicios como supermercados, farmacias y entes financieros.
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Según las estadísticas de la Universidad de Johns Hopkins, el país de unos siete millones de habitantes, registra 249 contagiados y 9 fallecidos.
En ese contexto y reunidos en Asamblea Plenaria, los Obispos dialogaron con el ministro de Salud Pública y Bienestar Social, Julio Mazzoleni, sobre la situación de la pandemia, que obligó también a la Iglesia en Paraguay a suspender todas las actividades pastorales y celebraciones litúrgicas.
A través de una carta la CEP solicitó "incluir explícitamente los actos de culto y la congregación de fieles en la planificación, de ser posible y viable desde las primeras fases, debido a la importancia y necesidad de fortalecer la dimensión espiritual de las personas como un componente esencial para el bienestar y el equilibrio del ser humano".
"Más que nunca nuestro pueblo necesita fortalecer su fe en Dios, vivida en comunidad y que se nutre de los sacramentos, porque ella es una fuente potente para la esperanza y para la caridad, solidaridad y fraternidad, virtudes imprescindibles para enfrentar con éxito la lucha común contra la pandemia", agregaron.
En ese sentido, los obispos prepararon un "modelo de protocolo para las acciones pastorales y los templos", que ponen a "consideración y estudio".
"Este protocolo contempla un marco jurídico-sanitario para el ejercicio de nuestras actividades, con las indicaciones requeridas de higiene y bioseguridad y un marco pastoral adaptado a estas condiciones", precisaron.
"Les exhortamos a comprender el valor de la fe cristiana de nuestro pueblo. La salud, la dignidad de la persona, la educación, el amor a la vida, la paz social, la libertad, la justicia y la fraternidad, la transmisión de valores y la promoción del bien común, son realidades que nos unen", aseguraron.
Además, la CEP dijo ser consciente "que el inicio de las medidas de flexibilización no significa el final de la pandemia ni la disminución del riesgo para la salud y la vida".
"Somos conscientes también, de la necesidad de encauzar acciones que ayuden a mitigar los efectos económicos que acompañan a la pandemia" a corto, mediano y largo plazo.
En ese sentido, manifestaron su anhelo de promoción de "acciones transparentes al igual que efectivas, pero también que aseguren la integración y la participación de todos los sectores de la sociedad, atendiendo los planes y proyectos de reactivación de la economía, a las inversiones en salud, educación y a la reforma del estado", sostuvieron.
La CEP manifestó su agradecimiento y apoyo a "todas las decisiones y acciones, que han sido tomadas y encausadas oportuna y efectivamente para mitigar la difusión del coronavirus en Paraguay".
También, los Obispos expresaron su oración por quienes "tienen la responsabilidad de decidir" para "el logro del bien común, guiados por el criterio del respeto irrestricto a la dignidad de la persona humana".
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