El Arzobispo de Managua (Nicaragua), Cardenal Leopoldo Brenes, llamó a los fieles a dejar de lado diferencias y unirse para compartir en cosas sencillas y "sin publicidad" al necesitado en la pandemia del COVID-19.
El Purpurado hizo este llamado durante la Misa por el segundo Domingo de Pascua, en el que la Iglesia celebra la Divina Misericordia.
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En la homilía, el Arzobispo de Managua recordó que el Papa Francisco ha enseñado que "el nombre de Dios es Misericordia", para invitar "a confiar plenamente en Dios y su misericordia" y luego llamó a "ser misericordiosos" para ayudar a los necesitados de esta pandemia, que no necesariamente son los pobres económicamente, en cosas sencillas y "sin publicidad".
"El Papa Francisco nos ha dicho: 'El nombre de Dios es Misericordia'. Hoy, en medio de esta pandemia, en medio de la incertidumbre, en medio del abandono, muchas veces, hoy podemos celebrar esta fiesta siendo conscientes que Dios es amor y se manifiesta en la misericordia y tantos actos de solidaridad", dijo el Cardenal Brenes.
"En estos días es el momento de sentir que Dios está con nosotros y que no nos abandona. Dios no se cansa de ser misericordioso, no se cansa de perdonar e invita a la iglesia, a través de sus ministros, a ser misioneros de la misericordia. Por eso debemos manifestar nuestra total confianza en Dios", añadió.
El Purpurado recordó que "la unión hace la fuerza" y que se puede afrontar la pandemia si se dejan "a un lado ideologías e intereses personales, las descalificaciones que impiden la comunión y la unidad entre nosotros".
En ese sentido, dijo que "nuestro propósito de este domingo debe ser el ser misericordioso con los demás" y advirtió que estos actos no tienen que ser "triunfalistas", sino que "con cuestiones sencillas podemos compartir algo con las personas" en necesidad.
En ese sentido, el Cardenal Brenes dijo que si es posible acercarse a alguien para ayudarle, que se haga "en lo sencillo", en silencio, sin llevar "cámaras para que nos vean" y "sin publicidad", pues "la publicidad no deja nada, porque pierde verdaderamente toda la grandeza de nuestra generosidad. Humildemente, desde nuestras parroquias o a nivel personal".
Con respecto a la sencillez de la obra de misericordia, el Purpurado explicó que "con cosas sencillas como una bolsa de arroz o frijoles podemos ayudar, una llamada por teléfono, un mensaje a nuestros ancianitos o a un amigo que tengo tiempo de no verlo. De esa manera podemos cambiar la vida de estas personas, siendo misericordiosos".
El Cardenal Brenes aclaró que no necesariamente la persona necesitada "tiene que ser económicamente pobre", sino que podría ser una persona que ha tenido una posición acomodada y que ahora está pasando dificultades.
"Si conocemos a alguien, humildemente vamos a él, en silencio… que no sepa una mano lo que está haciendo la otra mano. Así que gracias a todos por estos sentimientos tan hermosos, tan bonitos", añadió.
Finalmente, el Purpurado agradeció "a todos los sacerdotes y fieles de nuestra arquidiócesis, que de manera humilde y sencilla nos hemos preparado con un triduo en meditación y oración. Nos hemos preparado con la oración a Jesús Sacramentado, con la penitencia, ya que la grandeza de esta fiesta está en acercarnos a Jesús, y ayer hemos celebrado un día mariano recordando a María madre de la misericordia".
La Santa Misa fue celebrada en la Catedral de Managua sin presencia de fieles y siguiendo las recomendaciones ante la situación del COVID-19.