La crisis ocasionada por la pandemia de coronavirus podría tener un "efecto catastrófico" en las finanzas en la Catedral de Westminster, el templo católico más prominente de Inglaterra y Gales, aseguraron sus propios administradores. 

Un llamado a donaciones en el sitio web de la Catedral de Westminster, la iglesia madre de los católicos ingleses, señala que la pandemia "ha traído a la catedral una amenaza muy real para su estabilidad financiera".

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La cancelación de las Misas públicas reduciría significativamente los ingresos de la catedral, explica el comunicado. 

El costo de administrar la catedral es actualmente de 3 millones de dólares por año, o aproximadamente 58.000 por semana. La catedral ya enfrentaba un déficit operativo de 7.500 dólares por semana antes de la crisis. 

"Como organización cuyo ingreso proviene principalmente de donaciones voluntarias, tener que detener las Misas tendrá un efecto catastrófico en las finanzas de la catedral", indica el comunicado. 

La catedral generalmente recibe alrededor de 16.000 dólares por semana de colectas del ofertorio, incluidas las Misas de los domingos y los días laborables. También gana aproximadamente 6.000 de ofrendas votivas. Además, genera ingresos de una tienda dentro de la catedral y una galería de visitas en la parte superior de su campanario. 

"Todo el ofertorio en efectivo y gran parte de los ingresos de las ofrendas desaparecerán cuando no haya Misas públicas. Además, no habrá ingresos de la tienda de la catedral o de la torre hasta que la catedral vuelva a abrir", dijo el comunicado. 

Como resultado, se avizora la probabilidad de que el déficit operativo aumente a más de  25.000 dólares por semana.

"Hay poco que la catedral pueda hacer para evitar que esto suceda porque, aunque los ingresos de la Catedral desaparecerán, gran parte de su gasto seguirá siendo en gran medida el mismo", señala el mensaje. 

La catedral señaló que el plan de cesantía del gobierno británico lo ayudaría con los costos de personal. Pero aún se requeriría cubrir los costos actuales del mantenimiento de la catedral y la casa del clero adjunta.

La catedral, que está transmitiendo Misas en vivo a través del sitio web churchservices.tv, instó a los partidarios a considerar ayudarla "a través de las oscuras y desafiantes semanas por venir", ya sea haciendo una donación única o descargando un formulario de su sitio web y haciendo pagos fijos regulares a la catedral a través de transferencias periódicas.

Un portavoz dijo que las autoridades de la catedral se sintieron alentadas por la respuesta al llamado.

La catedral, que se inauguró en 1903, ha tenido dificultades financieras durante mucho tiempo. Recientemente, los funcionarios instalaron pasatarjetas y códigos QR en los asientos en un esfuerzo por generar más ingresos. 

La catedral también llevó a cabo una campaña de donaciones planificada de tres semanas, alentando a los feligreses a inscribirse en el programa Gift Aid, permitiendo a las organizaciones benéficas registradas reclamar impuestos sobre las donaciones de los contribuyentes del Reino Unido y establecer transferencias periódicas. 

Escribiendo antes de la crisis del coronavirus, en la edición de febrero de la revista de la catedral "Oremus", la presidenta del comité de finanzas, Linda McHugh, dijo que si la catedral no podía cubrir sus costos, entonces podría tener que reducir el número de Misas o "abrirse solo por unas pocas horas al día".

"¿Qué significaría eso para quienes confían en Él como un refugio para la oración silenciosa o para las personas sin hogar para quienes es un lugar al que ir en busca de calor, paz y refugio?", preguntó.

La catedral de estilo neo-bizantino es un edificio protegido de Grado I, una designación oficial que significa que es un "edificio de excepcional interés" y no puede ser alterado sin el permiso de la autoridad de planificación local. Es la sede del Cardenal Vincent Nichols de Westminster y el hogar del famoso coro de la Catedral de Westminster.

Los ex arzobispos de Westminster están enterrados en la catedral, junto con figuras históricas notables como el obispo inglés del siglo XVIII Richard Challoner. 

El Papa Juan Pablo II celebró la Misa en la catedral en 1982, al igual que el Papa Benedicto XVI en 2010. Su nombre completo es Catedral Metropolitana de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.