A medida que los expertos en salud predicen un aumento de las tendencias suicidas en medio de la pandemia de coronavirus, varios psicólogos católicos han proporcionado un marco para saber cómo buscar ayuda y estar al tanto de quienes se autoinflingen daño.
La Dra. Melinda Moore, psicóloga licenciada y profesora asistente en el Departamento de Psicología de la Universidad del Este de Kentucky (Estados Unidos), dijo que hay muchos factores que contribuyen a la ideación suicida, pero es el comportamiento que surge cuando las personas no pueden manejar la angustia, en situaciones de ansiedad particulares como una pandemia.
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"Cuando se encuentran en una situación extraordinaria, como en la que estamos ahora con la pandemia COVID-19, con cuarentena, con aislamiento de otros, cuando uno normalmente debería estar en la escuela, en el trabajo, etc., o saliendo de las rutinas, puede ser extremadamente estresante", dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI–.
"La ansiedad creada por la situación actual, puede definitivamente estimular circunstancias en las que las personas no pueden hacer frente de manera efectiva", aseguró.
Un artículo de opinión en Scientific American sugirió que la pandemia probablemente ya ha contribuido a dos suicidios: el de K. Balakrishna, un padre indio de 50 años de edad, y Emily Owen, una camarera de 19 años en Inglaterra.
Después de obsesionarse con los videos de coronavirus, Balakrinshna se convenció de que había contraído la enfermedad. Temeroso de infectar a su familia, se distanció de todos sus parientes, a pesar de la evidencia de que no tenía la enfermedad, y se ahorcó en un cementerio local.
Owen también se suicidó, pero no porque creyera que contrajo la enfermedad. La joven tenía miedo de la cuarentena y el aislamiento que seguiría, y señaló que no podía manejar "su mundo cerrándose, los planes siendo cancelados y quedarse atrapada adentro", informó The Sun.
Moore dijo que los compañeros de cuarto y los miembros de la familia deben prestar mucha atención a sus seres queridos que actúan de manera extraña, especialmente si tienen antecedentes de pensamientos suicidas. Destacó algunos de los signos más importantes asociados con las tendencias suicidas que pueden o no comunicarse directamente.
Señaló evidencia como el abuso de sustancias, la falta de sueño o dormir con demasiada frecuencia, alejarse de amigos y familiares, regalar posesiones preciadas y actuar imprudentemente. Además, dijo que estos a menudo van acompañados de estados emocionales de ansiedad, desesperanza, falta de propósito y enojo incontrolado. Instó a las personas a prestar especial atención a las amenazas suicidas y la búsqueda de medios letales, como píldoras o armas de fuego.
Si se considera el suicidio, dijo que es importante que las familias o amigos hagan preguntas a sus seres queridos sobre el mismo y tomen medidas en casa, incluida la reducción del acceso a medicamentos peligrosos, alcohol y armas de fuego. Subrayó los recursos ya disponibles, como el National Suicide Prevention Lifeline, 1-800-273-TALK (1-800-273-8255) o el correspondiente a cada país.
La Dra. Christina Lynch, psicóloga supervisora del Seminario Teológico St. John Vianney de Denver, le dijo a CNA que las familias deben buscar una explicación de quienes son sospechosos de ideación suicida, identificando qué tan fuertemente tienen control sobre su dolor, si tienen acceso a medios letales, cuáles son sus barreras contra la búsqueda de ayuda, y estar al tanto de las reacciones emocionales de paz y calma con respecto a su deseo de morir.
La especialista recuerda que la crisis del coronavirus exaspera aún más el desánimo y la desesperanza, y enfatizó la importancia de tener a alguien con quien hablar, ya sea un sacerdote, consejero, maestro o amigo. También sostuvo que en algunos casos una persona puede necesitar llamar al 911 para ayudar a otra.
"Lo que más estresa a las personas en situaciones difíciles, especialmente de crisis, es la pérdida de esperanza y luego la desesperación. Pueden sentir que están solos, que nadie entendería su situación y que no hay una solución a la vista. En estos tiempos es crucial buscar ayuda y hablar con un amigo de confianza", dijo.
Beverly Tauke, vicepresidenta de la junta directiva de la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales Católicos (Catholic Social Workers' National Association), ha sido terapeuta de Cornerstone Family Counseling desde 1996. Si bien dijo que la pandemia puede agravar los factores suicidas, aseguró que es importante desarrollar un plan de autocuidado que incorpore mente, cuerpo, espíritu y relaciones.
"Las circunstancias de COVID-19 pueden exacerbar fácilmente factores adicionales relacionados con el suicidio como la depresión, la ansiedad y la ira; alcoholismo y abuso de sustancias; pérdida de placer o interés en la vida y actividades; aislamiento social; problemas relacionados con el trabajo y las finanzas; estrés familiar; enfermedad física; y la interrupción del sueño", dijo a CNA.
Luego explicó que como paso inicial, una persona debería simplificar y organizar el proceso, como desarrollar un cuadro de 31 días para prepararse. Como parte del proceso, dijo que la persona debe enfocarse en manejar su mente al participar en desafíos personales y expresiones de gratitud. Añadió que esto debería ir acompañado de actividad física constante, como caminatas o rutinas de ejercicio.
"La gratitud puede observarse en un diario mental o escrito o en notas, textos, correos electrónicos o llamadas telefónicas a las personas, lo que a veces los eleva de sus propios estados tristes, aislados o infravalorados", dijo.
"Use su mente de manera positiva y constructiva para ayudar a disminuir y extinguir obsesiones negativas y autodestructivas", dijo, y señaló que un individuo puede considerar "un curso en línea gratuito; experimentar con una receta interesante; y usar guías en línea para un proyecto de mejoras para el hogar".
Tauke enfatizó el valor de la espiritualidad y las relaciones, incluidos los actos de caridad. Explicó que la meditación, como la reflexión sobre las Escrituras y sobre Cristo, puede influir en el estado emocional de una persona. También sugirió que una persona se involucre con otros en juegos y conversaciones, pero también en la caridad que permitirá renunciar al resentimiento.
"Aquellos que luchan con un gran dolor personal y familiar, circunstancias de vida aterradoras, ataques de pánico y depresión han informado un alivio rápido a través de la meditación diaria centrada en la fe, progreso confirmado por colegas y miembros de la familia a veces asombrados", dijo.
"Perdonar, renunciar al resentimiento de aquellos que lo han ofendido o herido, incluso gravemente... La investigación muestra que esto desencadena mejoras físicas, de salud, emocionales y de relaciones sorprendentes, aliviando la ansiedad y la depresión al tiempo que aumenta la autonomía, la autosuficiencia y la estabilidad de la relación", acotó.
Si bien la mayoría de los países occidentales han estado en cuarentena durante el último mes, el impacto exacto de la pandemia en el suicidio aún no se ha determinado, comentó Moore.
Desde que estalló la pandemia, dijo que sus colegas y ella realizan telesalud y telepsicología. Aseguró que ha sido una experiencia valiosa en la prestación de evaluación colaborativa y gestión de suicidios.
"Estamos abordando tanto los problemas de riesgo de suicidio como el problema de los límites geográficos y el 'distanciamiento' para tratar a las personas que de otro modo estarían solas en su desesperación e incapaces de recibir tratamiento en este entorno actual donde los médicos no atienden pacientes cara a cara", contó.
Si bien este es un momento obviamente difícil, dijo Moore, esta pandemia también es una oportunidad para aceptar la reflexión personal, resolver problemas dentro del hogar y redescubrir las intimidades perdidas. También crre que sido un momento en que la gente se ha solidarizado, donando tiempo y dinero a aquellos en una lucha como la actual.
"Muchos expertos en dolor y pérdida creen que este puede ser un momento de gran crecimiento personal para las personas que tienen que pasar tiempo con ellos mismos y pensar profundamente sobre temas de gran importancia para ellos. También es posible que las personas usen la angustia que sienten y que otros sientan para obtener algún significado o algún beneficio para otros que están luchando", concluyó.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.