La Arquidiócesis de Bogotá ha inaugurado la "Línea de Esperanza", un "servicio de atención telefónica gratuita" que brinda orientación espiritual, psicológica y familiar a las personas que sufren durante la cuarentena por el coronavirus.
Con la frase "Escuchamos a las personas que están angustiadas y oramos por ellas", el servicio cuenta con sacerdotes, psicólogos y voluntarios que escuchan a las personas que lo necesiten de manera gratuita.
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Junto a la Fundación Víctimas Visibles, la Arquidiócesis colombiana busca responder a la misión que dio el Papa Francisco a la Iglesia de curar y cuidar, de "ser como un hospital de campo".
"Se trata de un verdadero apostolado de la oreja: escuchar con amor, con cariño y respeto y decir algunas palabras de aliento a quienes estén pasando por situaciones de dolor", indicó en su página web.
En declaraciones a ACI Prensa, el vicario episcopal para la Dimensión Social de la Evangelización de la Arquidiócesis de Bogotá, Mons. Jaime Alberto Mancera, señaló que esta iniciativa nace de los servicios de escucha creados en Europa.
Afirmó que este es un "servicio real y necesario" en el contexto actual, donde el estar encerrados por la cuarentena que muchos países han declarado para luchar contra el coronavirus, "tiene un efecto en nuestros estados de ánimo".
Mons. Mancera indicó que "el temor, la angustia, la preocupación va en aumento" mientras se conocen más casos de infecciones a causa del COVID-19 en la ciudad, especialmente cuando es un familiar el que está enfermo.
"Son momentos de un estrés muy grande, de no poder ver a sus familiares, de la escasa información de los médicos, y por lo tanto estar viviendo en momentos de angustia", señaló.
En ese sentido, indicó que decidieron aprovechar la tecnología para servir y escuchar a los fieles, sin tener que romper la cuarentena, y crearon la "Línea de Esperanza", para acompañar a los fieles y llevarles "la Palabra del Señor".
Por otro lado, Mons. Mancera dio algunas recomendaciones para el contexto actual, donde aconsejó tener paciencia y aceptar que el encierro puede generar cambios en el estado de ánimo, los cuales se pueden manejar gracias a la ayuda de Jesús, "que nos recuerda que nuestra vida está en sus manos" y que quiere ser descubierto en las cosas sencillas de la vida.
"Este estar cerrados en casa nos obliga a aprender a descubrir a un Jesús que está en la vida cotidiana de la casa, en el lavar las ollas, en el lavar los platos, en preparar los alimentos, en hacer el aseo", resaltó.
Mons. Mancera animó a "descubrir a Dios en todo lo que hacemos y descubrir todo lo que hacemos en la presencia del amor de Dios", y así aprender a ver el valor de lo simple.
"Jesús en su vida oculta durante 30 años descubrió la presencia del reino de Dios allí en el hogar de Nazaret, en la sencillez de la vida de su pueblo, un pueblo muy pequeño con una vida seguramente muy monótona", agregó.
Además, señaló que otro elemento con el que se lucha actualmente es con el temor de ver enfermos a los seres queridos o a uno mismo.
Ante ello animó a escuchar siempre el llamado a no tener miedo que nos da Jesús y que el Papa Francisco recordó durante la bendición Urbi et Orbi.
"No tengamos miedo, nuestra vida está en sus manos, la suerte de los justos está en las manos de nuestro Señor", comentó.
Finalmente, Mons. Mancera animó a tener serenidad frente a la vida, a tener la "mirada confiada en que en todo interviene Dios para bien de los que le aman".
La Arquidiócesis ha puesto a disposición de los fieles una lista de sacerdotes, psicólogos y voluntarios, con sus números telefónicos, "para entrar en contacto con ellos cuando sea necesario".
Puedes encontrar la lista AQUÍ.