El Papa Francisco animó a ser evangelizadores alegres y recordó las palabras de San Pablo VI en la Exhortación Apostólica sobre la Evangelización Evangelii nuntiandi.
Durante la homilía de la Misa en la capilla de la Casa Santa Marta de este jueves 16 de abril, el Santo Padre advirtió la importancia de ser "cristianos alegres" al recordar los últimos párrafos de esta Exhortación Apostólica papal publicada el 8 de diciembre de 1975.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En esta línea, el Papa Francisco afirmó: "recuerdo los últimos números, los últimos párrafos de la Exhortación Evangelii nuntiandi" de San Pablo VI, "cuando habla de cristianos alegres, evangelizadores alegres, y no de aquellos que siempre viven decaídos. Hoy es un hermoso día para leerlo. Lleno de alegría", animó el Papa.
Refiriéndose al pasaje de la Biblia del Evangelio de San Lucas (LC 24, 35 - 48), el Papa Francisco señaló que los discípulos estaban alegres después de ver a Cristo Resucitado pero, subrayó que "fue tanto que no creyeron" y destacó que el evangelista relató "el momento en que Jesús Resucitado aparece a los discípulos y ellos estaban asombrados y temerosos, porque creían ver a un fantasma". "Les abrió la mente para comprender las Escrituras", explicó el Papa.
"Hay un pasaje del libro de Nehemías que nos ayudará hoy en esta reflexión sobre la alegría. La gente que regresó a Jerusalén encontró el libro de la ley, se descubrió nuevamente, porque sabían la ley de memoria, el libro de la ley no lo encontraron, una gran celebración y todo el pueblo se reunió para escuchar al sacerdote Esdras que leía el libro de la ley", añadió.
Además, el Pontífice confió que el pasaje del Evangelio de hoy es uno de sus preferidos porque "la alegría les impedía creer".
El #EvangeliodeHoy (Lc 24,35-48) es uno de mis preferidos: "La alegría les impedía creer" (v. 41). Estar lleno de alegría no es ser alegre, positivo, es otra cosa; es la plenitud de la consolación, la plenitud de la presencia del Señor. #HomilíaSantaMarta
- Papa Francisco (@Pontifex_es) April 16, 2020
"Estar lleno de alegría no es ser alegre, positivo, es otra cosa; es la plenitud de la consolación, la plenitud de la presencia del Señor", escribió el Papa en su cuenta de Twitter @Pontifex.
Previamente, el Papa Francisco subrayó la importancia de la Exhortación Evangelii nuntiandi en el magisterio pontificio, así como también, calificó que éste fue "un documento decisivo, de gran riqueza, en el camino postconciliar de la Iglesia".
En este sentido, el Santo Padre señaló en octubre de 2019, a los participantes de un Congreso organizado por la Pontificia Comisión para América Latina, que "no pocas veces he repetido que, para mí", la Evangelii nuntiandi "es un documento decisivo, de gran riqueza, en el camino postconciliar de la Iglesia. Siguiendo su estela y junto con el Documento de Aparecida, vino la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium".
El documento de Aparecida fue el texto en el que se recogió las conclusiones de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano realizado en el Santuario mariano de Nuestra Señora Aparecida en Brasil, en mayo de 2007, evento que fue inaugurado por el Papa Benedicto XVI. En esa oportunidad, el entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio, que era Arzobispo de Buenos Aires, fue el presidente del comité de redacción del documento de Aparecida.
Además de la Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi, otros textos escritos por San Pablo VI fueron las Encíclicas Encíclica Humanae Vitae de 1968, la Populorium Progressio de 1967 y en 1971 la Octogesima Adveniens.
El Papa San Pablo VI murió, el día que se celebra la Fiesta de la Transfiguración del Señor, el 6 de agosto de 1978.
Evangelio comentado por el Papa Francisco:
Lucas 24:35-48
35 Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan. 36 Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.» 37 Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. 38 Pero él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? 39 Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo.» 40 Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies. 41 Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: «¿Tenéis aquí algo de comer?» 42 Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. 43 Lo tomó y comió delante de ellos. 44 Después les dijo: «Estas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: "Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí."» 45 Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, 46 y les dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día 47 y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. 48 Vosotros sois testigos de estas cosas.