Aunque no puede caminar, Freddy Sandoval se prepara para competir en la Maratón Internacional Ciudad de Mérida y lograr luego un cupo en las Olimpiadas Paraolímpicas de Atenas, con una ayuda muy especial: la fuerza de su fe.
“Nunca he pensado en cómo sería mi vida si fuera un muchacho normal; mi niñez la disfruté al máximo; incluso, cuando tenía 16 años jugué fútbol. Fui portero del equipo de mis hermanos y quedamos en segundo lugar en un torneo en la colonia Zazil-Ha”, afirmó Freddy, quien es subcampeón panamericano en 100 metros planos y representaría a México en los Juegos Paraolímpicos.
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“No le tengo rencor a la vida; la he disfrutado mucho a pesar de mi enfermedad. La gente me acepta como soy y siempre se lo agradezco a Dios”, agregó Freddy.
El deportista sostiene que cada día pide a Dios “salud para toda mi familia y mis amigos; que cuide a mis padres a quienes agradezco haberme dado la vida; le pido que me dé fuerzas para seguir adelante, que me dé ánimo para lograr las metas que me tracé”.
catequista en la iglesia de Zazil-Ha