El incremento de casos de coronavirus está llevando a la crisis de los sistemas sanitarios de varios países, colocando al personal de salud en el dilema de cómo discernir cuando el número de enfermos supera al de los recursos.
Esta situación ha sido analizada por Julio Tudela, del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia (España), que publicó una reflexión sobre la importancia del discernimiento en el uso de los recursos sanitarios en circunstancias de crisis como la actual.
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El tremendo dilema de decidir quién puede ser el destinatario de los medios o de la atención médica imprescindible, debe dirimirse siguiendo estrictamente criterios bioéticos fundamentados.https://t.co/97BITIYmNO pic.twitter.com/fHMov5AXzQ
- ObservatorioBioética (@Obioetica) March 31, 2020
Ante el desequilibrio entre los medios disponibles y las necesidades de atención, Tudela subrayó que todo ser humano posee dignidad independientemente de sus circunstancias y que debe ser respetada. Por lo que antes de elegir tratar a los pacientes con más posibilidades de sobrevivir se deben buscar otras alternativas que también son factibles.
Según explica en el artículo, "pandemias como el coronavirus, pueden plantear un dramático desequilibrio entre medios disponibles y necesidades de atención por parte de la población" y puso de manifiesto que ante "el tremendo dilema de decidir quién puede ser el destinatario de los medios o de la atención médica imprescindible, debe dirimirse siguiendo estrictamente criterios bioéticos bien fundamentados".
"Pueden darse situaciones excepcionales, como la que nos ocupa en nuestros días, en la que la demanda de recursos y servicios asistenciales supera enormemente a la oferta de medios disponibles. El tremendo dilema de decidir quién puede ser el destinatario de estos medios o de la atención médica imprescindible debe dirimirse siguiendo estrictamente criterios bioéticos bien fundamentados, que promuevan la correcta aplicación de los mencionados principios sin caer en discriminaciones injustas", asegura.
En ese sentido Julio Tudela precisa que "es la aplicación "catastrófica" del principio de Justicia, que obliga a "desistir del tratamiento" en pacientes que, en otras circunstancias, pudieran recuperarse si los recursos fueran suficientes" y que el criterio "de aplicarlos a los pacientes con más posibilidades de supervivencia y con menos secuelas previsibles es, en principio, el adecuado, el menos malo, sabiendo que se adopta una decisión en la que se da el doble efecto, por el que morirán pacientes que hubieran podido sobrevivir tras tomar la decisión selectiva, pero que constituye la única posibilidad existente, sin alternativas".
Asegura que "si este criterio selectivo se aplica correctamente, en realidad, no se estaría dejando morir a pacientes como si de una forma de eutanasia se tratara, sino que se está tratando de salvar a los que más posibilidades tengan de sobrevivir con el mínimo de secuelas graves, dada la limitación de recursos. La muerte de estos pacientes no es buscada, ni tolerada siquiera, sino que es sencillamente inevitable".
Pero sobre todo subraya que antes de llegar a la toma de decisiones tan extremas se deben buscar "todas las alternativas posibles, que incluyen la posibilidad de derivar pacientes a otros hospitales o áreas de tratamiento, la reasignación de recursos destinados a otras necesidades para poder ser aplicados a los pacientes con riesgo vital, la planificación de los medios humanos y materiales con el fin de anticiparse a la demanda y poder hacer frente a situaciones anómalas como la que nos ocupa".
E hizo hincapié en que "la aplicación de otros criterios de forma discriminatoria, como la edad del paciente u otras circunstancias como trastornos psíquicos, demencia o cualquier otra forma de discapacidad o dependencia, no sería aceptable bioéticamente, pues implicaría proceder en contra del respeto a la dignidad que todo ser humano posee independientemente de sus circunstancias, y se alejarían del criterio básico de selección basado en las posibilidades de supervivencia sin graves secuelas".
Puede leer el artículo íntegro AQUÍ.