Los tres misioneros secuestrados en el estado de Roraima desde el martes, fueron liberados por sus captores y entregados a la policía en la localidad de Boa Vista.
El misionero español Juan Carlos Martínez, de 39 años y natural de Logroño, el sacerdote colombiano César Avellaneda y Padre Ronaldo Pinto Franca, brasileño, que estaban en poder de un grupo de indígenas y terratenientes.
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Los secuestradores además habían bloqueado todas las vías de acceso a la ciudad de Boa Vista, en la amazonía brasileña, en protesta por la creación de una reserva indígena de 1,7 millones de hectáreas al norte de Roraima.
Según informó un religioso identificado como Edson Damian, los misioneros "estaban fatigados, no sufrieron ninguna violencia física, pero fueron ridiculizados" por los indios.
La prensa local sostiene que los religiosos estuvieron cautivos en la zona Maloca do Contao, a unos 300 kilómetros de Boa Vista, adonde llegaron en helicóptero.
El misionero español, que desde hace diez años labora en Brasil, ya se comunicó con su madre, Josefina Díez, en Logroño, España.
"Se reía, y cuando le contaba el lío que había en Logroño, con la prensa, me preguntaba si tan importante es", declaró la mujer a la prensa internacional.