El Papa Francisco saludó a la Argentina este 1 de abril con motivo de la celebración de los 500 años de la primera Misa en lo que hoy es territorio argentino y llamó a no dejar "que esta fiesta se apague".
Para evitar la propagación del coronavirus y siguiendo las medidas sanitarias de las autoridades, el Obispo de Río Gallegos, Mons. Jorge García Cuerva, celebró en privado la Eucaristía desde la capilla diocesana.
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Miles de personas pudieron participar espiritualmente de la Eucaristía a través de la transmisión en vivo. Antes de impartir la bendición, el Obispo de Río Gallegos leyó la carta que el Santo Padre dirigió al pueblo fiel de Argentina.
"En estos momentos donde el contacto viene medido y evitado es imprescindible que podamos rememorar y aprender ese sentido eucarístico que solo el Señor nos puede enseñar".
"No dejemos que la fiesta se apague, no perdamos la oportunidad de asumir y acoger nuestro presente como un tiempo propicio de gracia y salvación con todo el empeño que esto significa", enfatizó.
"Hoy como ayer siguen resonando en los distintos pueblos, parroquias, capillas, hospitales, colegios, casas, ciudades y barriadas las palabras del Señor: 'Hagan esto en memoria mía'".
"Es su pueblo sacerdotal que continúa la multiplicación de los panes para que a nadie le falta el alimento que da vida. Es su pueblo sacerdotal que sabe amar al prójimo como así mismo ingeniándose creativamente para que nadie quede al costado del camino", agregó el Santo Padre.
El Papa Francisco expresó que "estamos como los discípulos de Emaús caminando con semblante triste por lo que sucede, intranquilos por cómo se desarrollará y preocupados por las consecuencias que dejará".
"Que bien que nos hace en este contexto decir suplicante como ellos, quédate con nosotros porque ya es tarde y el día se acaba Señor", sostuvo.
"La presencia de Jesús en la Eucaristía que silenciosa y discretamente nos acompaña hace más de 500 años es el sacramento de la alianza que Dios quiere sellar con su pueblo, con nuestro pueblo".
"Él está en medio nuestro alentando y caminando. Esta certeza que heredamos de nuestros padres y abuelos es la reserva espiritual que acompañó, moldeó y forjó el alma de nuestra nación argentina y que queremos que geste también el futuro de nuestros hijos y nietos", agregó el Santo Padre.
El Papa Francisco también destacó el mantel que cubrió el altar para la Misa, cuyos flecos representaron las peticiones de los fieles que quisieron participar espiritualmente de este acontecimiento.
En tanto, Mons. García Cuerva manifestó que participar en la Eucaristía, a 500 años de la primera Misa en territorio argentino, significa "entrar en la lógica de Jesús, la lógica de la gratuidad, de la fraternidad".
"Recibir la Comunión significa recibir de Cristo la gracia que nos hace capaces de compartir con los demás lo que somos y tenemos", afirmó.
"Nos hemos acostumbrado a comer el pan duro de la desinformación; el pan viejo de la indiferencia y la insensibilidad; estamos empachados de panes sin sabor, fruto de la intolerancia; el pan agrietado por el odio y la descalificación".
En ese sentido, el Obispo de Río Gallegos alentó a los fieles a exclamar "tenemos hambre, Señor, del pan de tu Palabra capaz de abrir nuestros encierros y soledades. Tenemos hambre, Señor, de fraternidad, para que la indiferencia, el descrédito, la descalificación no llenen nuestras mesas y no tomen el primer puesto en nuestro hogar".
"Tenemos hambre, Señor, de encuentros donde tu Palabra sea capaz de elevar la esperanza, despertar la ternura, sensibilizar el corazón abriendo caminos de transformación y conversión'", agregó.
En tiempos de dificultad como la pandemia del coronavirus, Mons. García explicó que lamentarse "no resuelve nada" pero si poner a disposición los talentos "en las manos del Señor".
Eso "bastaría para que en el mundo haya un poco más de amor, de paz, de justicia, de alegría. Dios es capaz de multiplicar nuestros pequeños gestos de solidaridad".
"Que celebrar en este duro contexto, estos 500 años de la primera Misa, nos anime en el deseo de compartir lo que somos y tenemos, para que realmente todos se sientan invitados a la mesa grande de la Argentina", reflexionó el Obispos de Río Gallegos.
A la Misa de acción de gracias le antecedió una vigilia de oración y adoración el martes 31 de marzo por la noche que fue transmitida por la cuenta de Facebook de los 500 años de la primera Misa en Argentina.
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